El verano pasado fue el más emocionante y la vez el mas duro de mi vida. Pero nada comparado con lo que sería este invierno...
Ahora me doy cuenta de que igual, yo no era tan fuerte como creía.
Prohibida la adaptación de esta obra.
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Aaron&Abby
(Abby)
Me pasé todo el trayecto al lago contando hasta cien para no imaginarme a esa zorra sentada en MI asiento junto a MI novio.
—Abby, no has hablado nada en todo el camino—me dijo Hanna tocando mi hombro—.Sigo sin entender que hace esa tía en tu coche junto a Aaron.
—Ya sabes como son, Hanna. Seguro han hecho una de sus apuestas, donde siempre siempre acaba ganando Abby— intervino Jess desde el asiento del copiloto.
Las chicas, (menos Tara) íbamos en el coche de Mía.
Tyler y Marcus iban con Aaron en el asiento trasero.
—Tengo que contaros algo— confesé acomodándome en mi asiento.
Hanna y Jess voltearon sus cabezas hacia mí y Mía me miró por el retrovisor.
—Ya lo estás soltando— me ordenó Hanna, esta vez zarandeándome.
—Bueno, Hanna me dijo que había visto a Tara conduciendo por el barrio de Marcus, eso quiere decir que tiene carnet y coche, sin embargo, se hace la pobrecita todos los días diciéndole a mi novio que tiene que coger el bus porque no tiene carnet. Y la tiene que llevar a casa, así que hace un rato cuando llegué al club decidí que iba a decirle un par de cosas.
Cuando he llegado a los vestuarios la puerta estaba entre abierta y la he escuchado hablar por teléfono.
—¿Y qué decía?—me interrumpió Hanna.
—¿Os acordáis de lo que os conté sobre lo que me pasó con el fotógrafo la semana pasada?
—Sí—contestaron al unísono.
—Pues la he escuchado decirle a quien quiera que fuese que, ella borró las llamadas que le hice a Aaron. Por eso él no supo que yo estaba metida en un lío.
—No jodas—dijo Hanna tapándose la boca sorprendida.
—Nooooo—soltó Jess.
—Será zorra, a esa tenemos que destaparla COMO SEA. Menuda mosquita muerta— Dijo Mía.
—Sí, eso voy a hacer.
—Dirás VAMOS a hacer. Cuentas con nosotras por supuesto—me apoyó Hanna y las demás asintieron.
—Como os echaba de menos— dije sonriendo.
Esa puta se iba a enterar de que conmigo no se jugaba, de que había dado con la persona equivocada, a Aaron podía engañarlo, pero a mi NO.
Esto era una niñería en comparación a las cosas que me habían hecho en el pasado, podía con ella y con tres más como ella.
De camino al lago, formulamos un plan que esperaba saliese a la perfección y esa niñata quedase en el mayor de los ridículos.
