Abby💜Un sonido desagradable me despertó de golpe. Algo chocaba contra la mesita de noche. Mi móvil, no paraba de vibrar. Sin abrir los ojos pasé la mano por la mesita en busca de este.
- ¿Sí? -pregunté al descolgar absorbiendo la babilla que se me había caído. La almohada estaba empapada.
- ¿Estas en casa Abby? Porque he llamado varias veces al timbre y no me abre nadie. Eso sí, me está dando miedo tu perro potencialmente peligroso que no para de ladrar tras la puerta.
¡Joder! Me había quedado dormida. Me olvidé por completo de Alex. A las seis vendría para hacer la redacción.
-¡Oh! Perdona me he quedado dormida- dije con voz ronca.
Me puse de pie de un salto y estiré la colcha. Abrí la ventana y eché algo de colonia. Llevaba dormida desde que volví de clase. Dormir era lo único que me hacía no pensar.
Bajé las escaleras corriendo y sujeté a Roma, no quería que se le subiese encima, era muy bruta cuando quería.
-Hola -dije esbozando una pequeña sonrisa y levanté las cejas a mono de disculpa.
Alex soltó una risita mientras me miraba.
- ¿Qué es tan gracioso? -Pregunté.
- La marca de tu cara. Las sábanas te han hecho un buen dibujo en la mejilla- dijo acercando su mano a la misma y la acarició con el pulgar. Nos quedamos callados por unos segundos. No estuvo mal sentir una caricia por esos segundos. Pero eso, unos segundos. Me aparté disimuladamente y tiré de Roma.
-Vamos a mi habitación.
-Uuuh Abby Foster, ¿tan rápido?
- ¿La suelto? -le pregunté señalando a Roma. No estaba para bromitas de ese tipo.
-No sé por qué, pero me da que tu perro no es tan peligroso como dices. Mírala no para de mover la cola- dijo y se acercó a Roma para acariciarla. La solté y él le rascó detrás de las orejas- ¿a que si preciosa? ¿a que solo quieres que te den cariño? ¿te gusta eh?
Genial, se la había ganado. Ya no podría amenazarle con ella.
Se levantó y añadió:
-Lo siento tendrás que buscarte otra cosa con la que asustarme.
-Tengo un buen gancho de derecha -Le dije haciendo como si fuera a pegarle con el puño.
-Vale, vale no te haré más bromitas.
Sonreímos y compartimos una mirada cómplice. Después, Alex me siguió hasta mi habitación junto a Roma.
-Bueno ahí tienes el portátil -Señalé hacia el escritorio y yo me senté en la cama apoyándome en el cabecero.
Alex se quitó la sudadera del equipo de futbol y dejó al descubierto sus brazos. No estaba nada mal, la verdad. Se notaba que era deportista. Pero lo que más me llamaba la atención de ese chico era su sonrisa. Se le achinaban los ojos cuando lo hacía. Y su pelo castaño y ondulado. Parecía que estaba recién salido de la playa. ¿ondas surferas las llaman?
Cogió el portátil y se sentó a mi lado, apoyando su espalda en el cabecero.
-Te había liberado la silla de toda mi ropa para que pudieses sentarte ahí- le dije algo incomoda.
-Estoy más cómodo aquí, gracias- dijo acomodándose sin dejar de sonreír.
Después de una hora, Alex seguía tecleando sin parar. Me dijo que no tardaría en terminarla, me la pasaría para que diese mi visto bueno y así nos quedaría tiempo para charlar.
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WINTER (Secuela de Summer) COMPLETA
Novela JuvenilEl verano pasado fue el más emocionante y la vez el mas duro de mi vida. Pero nada comparado con lo que sería este invierno... Ahora me doy cuenta de que igual, yo no era tan fuerte como creía. Prohibida la adaptación de esta obra. Está registrada...