4 CAPITULO

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No me había acordado de eso hasta que ella lo ha mencionado, cuando salgo de mi asombro ya ella no está y la música ha dejado de sonar, bajo y me miro tengo mi pene por fuera, se puede apreciar la sangre cuando le quite su virginidad, Dios mío no me acorde de protegerme, me deje llevar de la emoción que no me acorde de ese detalle, espero no pase nada aunque con ella..., en el momento en que termino de arreglarme entra Roberto y me dejo caer nuevamente en la silla.

-Cómo te fue amigo.

-No me quiero casar Roberto, dime que me puedes decirme quien es ella y como puedo encontrarla.

-Que paso aquí Daniel, porque dices eso, tanto te impacto el baile que te hizo o fue que paso algo más.

-No me hagas más preguntas, porque no podre contestarte lo sabes verdad.

-Sabes que esa información solamente no la puede dar es tu padrino y no creo que nos diga porque fue lo primero que él me dijo, que la identidad de la bailarina quedaba en total secreto, así que aunque quisiera ayudarte no lo voy a poder hacer, pero no creo que a ti te niegue nada, él te ve como un hijo pregúntale a él y de pronto te diga.

-Y que le digo, que ya no me quiero casar con Isabela y que quiero conocer al ángel de bailarina que me trajo, él no lo va hacer por más que me quiera, pero eso no me va a impedir que no logre saber de ella.

-Y entonces nos vas a dar el gusto que cancelar la boda amigo.

-En estos momentos no sé qué es lo verdaderamente quiero amigo.

-Tanto te impresiono la bailarina.

-Más de lo que te puedes imaginar, es un ángel en todo el sentido de la palabra.

-Daniel paso algo aquí que deberías contarme, tú sabes que yo soy una tumba amigo.

-No te pongas bravo conmigo Rafael, yo sé que entre nosotros no hay secretos, pero hay cosas que es mejor guardárselas para uno mismo, así como lo que te estuviste acostando con mi secretaria durante un mes y después de varios años me lo cuentas, de pronto con el pasar del tiempo te lo cuente, mientras tanto lo que paso aquí se queda dentro de estas cuatro paredes, mi ángel y yo.

-Eres todo un caballero amigo, si yo fuera mujer me casaba contigo en este mismo momento. –Lo volteo a mirar el como siempre con sus comentarios que me hace sacarme una pequeña risa.

Salimos del salón en donde estábamos, con el corazón en mis manos, esa mujer me hizo sentir lo que nunca en mi vida había sentido por una mujer, yo sé que para ella yo tampoco fui un hombre más, me entrego a mí lo más preciado que tiene una mujer que es la virginidad, se nota que no es una mujer común y corriente, para que se hubiera guardado así es porque es una mujer que vale la pena, yo nunca había estado con una virgen y eso me ha impactado mucho. Mis amigos empiezas a molestarme, preguntándome como me fue en el baile yo simplemente les sonrió y les muestro mi trago, miro a mi padrino y tiene una sonrisa de oreja a oreja, él sabe que yo soy todo un caballero y que no voy a hablar de una mujer, como quieren todo esta parranda de vagos.

-Hasta que te dejan solo esos que dicen ser tus amigos.

-Nunca te han caída bien Francisco verdad.

-No, aunque gracias a Dios no has seguido los pasos de ellos, son unos mujeriegos de primera, podre mujeres que caen en los brazos y en la cama de esos hombres.

-Jajajjajajaj, en eso si tienes la razón, pero tú sabes que yo no soy así.

-Sí, gracias a Dios solo te dejas influenciar es de tus papitos no más, si no quien sabe en donde estarías, voy a tener mañana una conversación bastante seria con tu madre.

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