20 CAPITULO

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Para Helena no era fácil asimilar todo lo que estaba pasando, la noche anterior se dejo llevar por lo que su cuerpo anhelaba que era estar nuevamente con el único hombre que verdaderamente le había hecho perder toda cordura, no se arrepentía pero no terminaba de convencerse que estaba haciendo lo correcto, al despertarse esa mañana se había ido angustiada para revisar a su hijo, encontrando una escena que verdaderamente le quito todo aliento, ver a su hijo entre los brazos de su padre fue algo que ella nunca creyó que vería, no podía ser egoísta y seguir quitándole a Sebastián la oportunidad de convivir con su padre, sabiendo que esa decisión traería para ellas muchos cambios muy drástico, de cuales el peor seria enfrentar a la familia de Daniel, no iba hacer muy fácil pero por su hijo iba hacer todo lo humanamente necesario, recordando como Helena el día del nacimiento de su hijo le había hecho la promesa mas grande que ella podría cumplir, que era protegerlo y hacerlo feliz hasta el día de su muerte, unas lagrimas rodando de sus mejillas recordando como fue ese momento que no se dio cuenta que Daniel se había despertado y la miraba sorprendido del dolor que su cara reflejaba.

-Porque tienes tanta tristeza Helena. -Ella de un salto hizo un sonoro grito que hizo que también Sebastián se levantara.

-Mami porque lloras?, que te duele?, estas enferma?

-Tranquilo mi príncipe, mis lagrimas no son de dolor son de alegría. -Le dijo ella para calmar a su hijo, pero para Daniel no había pasado desapercibido que ella no había sido totalmente sincera con su hijo.

-Buenos días papito tu dormiste conmigo.

-Si mi campeón y te gustaría que lo hiciéramos más a menudo.

-Eso quieres decir que tu vas a vivir con nosotros.

-No sé si viviremos los tres, pero si quiero que tu y tu mamá vivan lo más cerca mío, para poder compartir contigo cosas que por hechos ajenos a hemos podido. -Enfatizando en los últimos palabra, no quería incomodar a Helena, ya que para él ya habían animado asperezas.

-Y cuando seria eso papá. -Para Daniel escuchar a su hijo llamarlo así hacía que el corazón le palpitara con mayor fuerza.

-No se Sebas primero tu madre debe hacer muchos trámites, recuerda que tu vives en Valencia y yo vivo en Madrid.

-Cuando va a hacer eso mami.

-Mi amor no se voy a intentar que sea lo más pronto posible.

En ese momento la puerta de la suite sonó, era Rafael y Jimena, ella les indico que debían estar en una hora para recoger el resultado del examen ADN, para Helena escuchar que la prueba ya estaría le entraba más angustia, puesto que eso quería decir que muy pronto toda la familia de Daniel sabría de la existencia de Sebastián. Nuevamente Daniel se dio cuenta de la angustia que reflejaba la cara de su mujer, miro a su amigo para pedir que por favor se llevara a Sebastián para poder hablar con ella, Rafael al entender lo que su amigo le estaba pidiendo le dijo.

-Sebas vamos a donde tu nana Emily para que te ayude a cambiarte para ir por la prueba.

-Mami tu no vas con nosotros. -Ella se arrodillo para quedar a la altura de su hijo.

-No mi amor yo no puedo ir, tu vas a ir con tu padre y los amigos de ellos yo tengo que ir a trabajar recuerda que tengo un espectáculo que dar, prometo terminar temprano para que si no te sientes mal vamos a la playa para que veas el atardecer. -Cogiéndole la cara con las dos manos juntaron sus frente como muchas veces lo habían hecho cuando su mamá le tocaba irse a trabajar y dejarlo solo le dijo.

-Bueno mamá pero prométeme que te vas a cuidar y que no te vas a lastimar bailando, recuerda que tienes que verme crecer, escúchame bien algún día no tendrás que volver a bailar para los demás, porque yo te voy a mantener y no vas a volver a trabajar solo me vas a cuidar.

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