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24 CAPITULO

Mientras Daniel y Helena organizaban todo para el traslado a Madrid, Juan el padre de Daniel empezaba a sospechar que algo estaba pasando alrededor de su hijo, llamando al hombre que había puesto tiempo atrás para que siempre vigilara a la mujer que para él consideraba como una intrusa y que si no fuera porque estaba esperando un nieto de él, la había desaparecido de la faz de la tierra.

-Necesito que vuelvas a vigilar a la Señora Helena.

-La madre de su nieto señor.

-Si, necesito saber que está pasando con ellos.

-Ok, sí señor ya me coloco en eso, algo más.

-Si, necesito que también coloques a un hombre con mi hijo y me digas también en que anda él.

-Está sospechando algo en específico señor.

-No, vigila a los dos y apenas tengas algo por muy mínimo que sea me informas inmediatamente.

-Si señor ya me pongo en eso.

Todo indicaba a Juan que se había descuidado en este tema, al ver que no había pasado nada durante estos años había aflojado la vigilancia a ellos, ya su nieto tuvo que haber cumplido cinco años en días pasado, nunca le había interesado conocerlo, reprochaba que su madre no hubiera sido Isabel, esa mujer nunca iba a entrar en la vida de su familia, a si le tocara tomar medidas muchos más drásticas, durante un buen rato estuvo así divagando entre pensamientos hasta que decidió que era hora de ir a visitar a su hijo, Ana su madre había estado un poco enferma y era hora que utilizara ese pretexto para por lo menos saber cómo estaba su hijo.

-Buenos días Jimena, tan hermosa como siempre.

-Buenos días Señor Juan, muchas gracias.

-Mi hijo se encuentra.

-No señor, él está en su casa.

-Y eso está enfermo.

-No que yo sepa.

-Entonces.

-No estoy informada el motivo señor.

-Como les fue en el viaje de negocios, el fin de semana pasado vine a visitar a mi hijo y me informaron que estaban de viaje.

-Si señor, nos fue muy bien.

-Y eso para donde estuvieron.

-Señor con todo respecto eso se lo debe indicar mi jefe, no estoy autorizada para dar esa información.

-Me gusta mucho tu respuesta muchacha, eres una excelente empleada. -A pesar de que le había dicho esas palabras a Jimena, por dentro sentía que esa mujer siempre sería una tumba con todo lo referente a su hijo.

Se dirigió a la casa de su hijo tenía que verlo, Daniel siempre había sido un hombre que era transparente con sus cosas y era muy fácil de leer con sus expresiones.

-Hola hijo como estas.

-Bien padre, a que se debe tu visita.

-Es que no puedo venir a saber cómo está mi hijo.

-Si claro, siéntate quieres tomar algo.

-Un café gracias. -Daniel le dio indicaciones a la persona que le colaboraba para que les diera algo para refrescarte.

-Y estos papeles hijo, ahora estas trabajando desde casa. -Rápidamente Daniel cogió los papeles en donde el abogado le había entregado sobre el tramites del su hijo.

-Son papeles del negocio que estoy llevando con mi amigo Marc te acuerdas de él, como me tocaba reunirme muy temprano, lo hice desde aquí desde la casa, cuéntame aparte de venir a comprobar que me encuentro bien a que se debe tu visita.