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Kirishima.

-¿Cómo supiste que era yo?- Pregunte algo sorprendido.

-¿Quien más sería tan estúpido para seguirme a mi habitación cuando explícitamente dije que no quería que me metieran en sus estupideces? -Pregunto nuevamente sin despegar la vista del celular.- ¿Que mierda quieres?

-Bueno, quería saber si estabas bien, después de todo a ti también te hirieron.

- Estoy bien mierda caminante, ahora puedes irte.-Dijo en un tono tosco.

- No creo que eso sea posible.-Dije ahora en un tono apenado mientras por fin me decidía a entrar a la habitación cerrando la puerta tras mí, y me dirigía, hasta la silla que se encontraba frente a la mesa del escritorio, una vez ahí, tome asiento y observé nuevamente a Bakugou esperando una clara protesta, cosa que por extraño que parezca, no apareció- Sabes a veces me sorprende lo ordenada que es tu habitación, nunca tiene una pizca de polvo, y nunca nada está fuera de su lugar, es increíble, muy masculino a mi parecer.

Un silencio surgió luego de decir eso, pude observar como Bakugou por primera vez desde que llegué despegaba la vista de su móvil y lo dejaba a un lado de su cama mientras con una de sus manos me arrojaba un almohadón a la cara, y ahora sí no me equivoco, vienen los gritos e insultos.

-¡Eso es por qué no soy un descuidado como tú pelos de mierda! ¡Lárgate de mí puta habitación ahora a menos que quieras que te rompa las piernas!

-Blasty si me rompes las piernas sí que no podré salir de tu habitación.-Respondo en un tono calmo, mientras comenzaba a husmear el libro que había sobre el escritorio.- ¡Vaya no sabía que te gustaban los poemas!

-¡Deja eso ahí mierda!- Gritó furioso mientras se levantaba de un salto y me arrebataba el libro de las manos.- Si le dices a alguien que me gustan estas mierdas voy a matarte, ¿Oíste?

Una risa escapó de mis labios sin que quisiera, bien, todavía seguía vivo luego de mis comentarios, eso quiere decir que sin duda no me equivoqué algo le ocurre a Bakugou.

-¡Deja de reírte, mierda! Si solo viniste a burlarte será mejor que...-lo interrumpí rápidamente.

-¡No vengo a burlarme! Es solo que, bueno, creí que estarías algo afectado por lo de Midoriya, sé que son amigos de la infancia, han pasado mucho tiempo juntos y que el ahora no lo recuerde, es decir, eso debe de ser horri...

-Es mejor así.-Dijo interrumpiéndome.

-Sé que pasaron cosas.- Dije de repente.- Tú me contaste que no eras muy bueno con él, sin embargo eso no quita que últimamente ustedes han estado restaurando esa amistad tan rota que tenían, y al fin estabas logrando entender algunas cosas de él.

-¿Puedes cerrar la puta boca? ¿Recuérdame porque carajos se me ocurrió contarte aquello?-Pregunto enfadado.

-Porque cuando me aburrí te conté sobre mis amigos de secundaria y como eran, y tú me contaste de tus días en secundaria, y de un momento a otro pasamos a hablar de amigos y terminaste contándomelo.-Recordé con burla ese día, sin duda, ese momento había sido un paso importante para nuestra amistad.

Lo observé unos segundos, Bakugou lucía cansado, molestó y avergonzado, suspiré.

-Supongo que no quieres bajar para no enfrentar esa situación.

-¡No supongas idioteces! ¡Simplemente estoy cansado! La enfermera de mierda me mandó descansar y todos me llenaron de preguntas sobre el estúpido nerd cuando llegue a los dormitorios, ¿Por qué mierda suponen que yo sabría más de lo que ellos saben?

Luego de ir aquello suspire, es cierto que cuando llegó todos saltaron como pirañas hambrientas de información, y lo llenaron a preguntas sobre Midoriya, luego de haberle preguntado si estaba bien y una vez este respondió, las preguntas por el chico regresaron.

De repente algo en mi mente hizo un clic y lo observé unos momentos, Bakugou realmente tenía un mal estado, desde hace unos días había estado durmiendo mal, me percate de eso hace una semana atrás cuando note las grandes ojeras que poco a poco se iban haciendo notorias, incluso en los entrenamientos y charlas con los chicos había estado distraído o murmurando pequeños insultos mientras sus manos inquietas soltaban pequeñas explosiones de las que él no parecía ser consciente.

Y ahora, los villanos atacaron, y en plena batalla con Dabi, este perdió la concentración unos momentos al ver a Midoriya caer, en consecuencia, el fuego lo cubrió generándole grandes quemaduras, cuando pudo librarse intento avanzar para apartar aquella figura que no paraba de mirar a Midoriya y acariciar sus cabellos, mientras le susurraba algo que nadie pudo oír, y ahí, surgieron sus otras heridas.

Sin embargo cuando él llegó, nadie realmente se preocupó como lo hicimos Mina, Sero, Kaminari y yo, quienes lo aturdimos a preguntas sobre su estado, sobre lo dicho por la enfermera e incluso en un intento por apaciguar los ánimos intentaron hasta bromear con el asunto, lo que pareció aliviar a Bakugou y al tiempo enfadarlo, pero, nadie más....Nadie más se acercó a él.

-¿En qué mierda estás pensando cabellos de mierda?-Pregunto en un tono inquieto y enfado, fue entonces cuando caí en cuenta que aún permanecía mirándolo, realmente no sabía que cara tenia puesta o que muecas abre hecho.- ¡Mejor no quiero saberlo, ahora lárgate de mí maldito cuarto!

Podría haberlo hecho, podría haberme ido, haber fingido que nada había ocurrido, pero, ¿Cómo hacerlo? Realmente cuando me puse a pensar en aquello me di cuenta de que, Bakugou es alguien muy solitario cuando no está con nosotros o con Midoriya a su lado animándolo.

Quizás fue ese pensamiento el que me llevo a hacer lo que hice, pero, antes de que Bakugou pudiera protestar ya me encontraba abrazándolo.

-Sabes que eres mi mejor amigo ¿No? Y que Mina, Sero y Kaminari te quieren y consideran un valioso amigo, ¿Cierto?

-¿¡Pero que mierda!?- Gritó dejándome completamente sordo.- ¡Suéltame pedazo de mierda y deja de decir estúpidas cursilerías sin importancia!

Suspire y me separé, era más que obvio que Bakugou no iba a corresponder una muestra de amistad, supongo que no está muy acostumbrado y con su carácter de perro rabioso, dudo que haya mucha gente suicida como yo que se le acerque.

-Solo, ten en cuenta que si algo te molesta o te preocupa, cuentas con nosotros, realmente nos alegra saber que estás bien.

-¡Como sea, solo, realmente lárgate, quiero dormir maldita sea!- Gritó una última vez mientras me golpeaba la cabeza con el libro de poesía y lo depositaba nuevamente en el escritorio, para volver a recostarse en su cama, está vez dándome la espalda.

-¡Que descanses!- Dije entusiasmado, al menos está vez me iría solo y no por una explosión en mi cara, sin duda nuestra amistad estaba progresando y eso me ponía de bastante buen humor.

Amnesia ║ BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora