Amnesia ║ Bakudeku

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All Might

Era momento de hablar con el joven Midoriya y honestamente, estaba aterrado.

¿Y cómo no estarlo luego de nuestra discusión? Después de ver sus ojos cubrirse con aguas de decepción, confusión y dolor.

Suspiré. El amargo recuerdo de aquél día había estado repitiéndose en mi cabeza como una de esas melodías pegajosas que no puedes olvidar. El joven Midoriya fue honesto aquella vez, o quizás, solo se vio preso de la confusión, el dolor y la añoranza de aquellos recuerdos que le arrebataron, dejándome ver, en tan solo una frase, la lucha interna que se libraba en su interior.

Un debate entre sus creencias entre lo que era y fue, lo que creía y creé; lo que era y lo que es.

No sabía cuánto había estado guardando, y admitiré con la cabeza en alto que la culpa me carcomía. No solo no había podido ayudar a mi pupilo aunque sea encontrando al culpable de su estado sino que también, había sido parte de algo que culminó por lastimarlo.

Es increíble como las buenas acciones pueden transformarse en actos capaces de herir a quien en un principio creímos ayudar.

Sin embargo, pese a todo lo que sentía, tampoco podía consentir el comportamiento del joven Midoriya, escapar y de alguna manera lastimar a uno de sus amigos, es un acto que no puedo dejar pasar, y mucho menos, puedo dejar pasar su falta de respeto hacia la autoridad.

Era algo que debía hablarlo, y hacerle entender que aquello era incorrecto, y si bien, no lo convertía en un villano, lo alejaba unos pasos del héroe que el soñaba ser. Pero con esto, no quito mi parte de culpa en el asunto, y cargaré con su enfadó si así el lo considera, después de todo, no solo fue una mala toma de decisión, también fue, un gallo con profesor y mentor.

Soy consciente, de que mi intención al igual que la de los profesores, fue proteger al joven Midoriya, y al tiempo resguardar en un secreto encerrado en cuatro paredes lo sucedido, con el fin, de cuidar la integridad de la UA. Y quizás ahí estuvo el fallo, el que ambas cosas se mezclaron y se perdiera de vista la importancia del bienestar del estudiante por sobre la institución.

Cómo profesor, mi deber es guiar y proteger a los estudiantes, tomar las decisiones correctas que aseguren su seguridad, así como mentor, mi deber es ayudar al desarrollo personal del joven Midoriya, ayudarlo a avanzar sin dar todo en la mesa; guiarlo.

Me preguntó, ¿Que hubiera sido lo mejor en esta situación?

Quizás, lo mejor hubiera sido, contactar con la familia del joven Midoriya, contarle la situación y mantenerla al tanto de los datos de investigación que nos llegan desde la agencia de los verdaderos encargados para atrapar a aquel villano.

Si, quizás eso debí hacer en un inició y no ahora.

- Nuevamente, lo siento mucho, realmente hasta ahora eso son los únicos datos que me veo permitido decir, y los más sólidos que Endeavor y Hawks tienen.- Susurre sumamente apenado, mientras miraba como aquellos ojos verdes apartaban su vista del té.- el cual cabe destacar, que sostenía con fuerza en sus ovaladas y suaves manos- su expresión, denotaba su disgustó con la situación; su ceño ligeramente fruncido, era acompañado por la ligera presión que sus labios hacían la fruncirse, en silencio bajo la mirada dirigiéndome a aquella bebida que había sido su sostén desde que supo la noticia, y con aquel gesto de disgusto, dio un sorbo antes de suspirar.- Sobre lo otro que le mencioné, en verdad lo lamentó, no fue correcto ocultar lo sucedido con su hijo, ¿Hay algo que pueda hacer para remediar mi mala decisión?

El silencio, mi viejo amigo, regresó con más intensidad que antes, supuse que estaría pensando en sus siguientes palabras, así que respetando aquello me dispuse a esperar mientras intentaba guardar la poca calma que desde hace rato contenía, sin embargó, mis manos temblorosas delataban mi nerviosismo y preocupación con toda la situación, baje un poco la mirada y observé como mis dedos se aferraban al asa de la taza, mordí ligeramente mi labio, y tome un pequeño sorbo.