Pocky Day

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Jugaba con el dulce recién hecho; sus mejillas se sonrojaban al ver el resultado; realmente lo había logrado, la varita larga de galletas, bañanada en dulce chocolate, mientras su mente sólo pensaba en aquel pelinegro que volvía de Obsidia esa tarde; había hecho un festín insistiendo que debía hacerlo con sus propias manos; era el tercer viaje del Principal en el año...

—Un mes... — suspiro sonoramente al recordar que cada viaje significaba un mes entero; y ella debía quedarse, la tensión que algunos nobles querían mantener, seguía latente en la capital; mordio su labio inferior... — Te extraño tanto...

—También te extraño Asuna — dio un respingo al sentirlo hablar tras ella

—Kirito kun — susurró y se abalanzó sobre el pelinegro, rodeando con sus manos el cuello masculino, luego de unos segundos pudo notar que algunos pasos más atrás, la castaña de pelo corto desviaba su mirada de ellos; provocando que soltara su agarre, mas antes de alejarse completamente, los brazos del Principal Espadachín del Imperio Humano, la detuvieron...

—Asuna, solo un poco más — exhaló sobre el cuello niveo de su amada; él nunca se lo decía, pero tantos días lejos... También lo afectaban...

—Volvieron temprano; no los esperaba hasta en algunas horas

—Kirito senpai estaba ya nervioso, Asuna Sama — el pelinegro rasco su nuca mirando en otra dirección; haciendo un gesto con su nariz, sus ojos se iluminaron...

—Asuna... ¿Cocinaste tú? — ella mostró alegre su sonrisa al mirar su expresión

—Una cena de bienvenida...

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Llevaban una hora sentados en el Gran comedor de la Catedral, cada plato servido les sabia mejor que el anterior; el ambiente festivo se respiraba en el lugar; ella volvió a la cocina a preparar el postre, sobre el cual pondría aquellas delgadas varitas de galletas, las miró nostálgica...

—¿Eso es... Pocky? — enrojeció completa al oírlo una vez más tras ella; haciendo malabares con los dulces en sus manos al casi tirarlos al suelo con su impresión y vergüenza; los que parecían haber caído en sus pies, flotaban a centímetros del suelo... Ella relajó su tensión y río mirando en el rostro amado una sonrisa que dejaba ver la extensión de sus dientes blancos cual perla

—¿Te he dicho que eso ya no me sorprende? — la carcajada viajó hasta ella, sintiendo que ingresaba más allá de sus oídos, llegando a su alma — realmente te extrañé...

—¿Quieres jugar? — una de las varitas era sostenida con su encarnación; sonreía y antes de la respuesta femenina, su boca buscó los labios de ella, quien entreabriendolos lo esperó... Un mes sin sus besos... Cuanto los necesitaba... — iba a morir si no lo hacía — tomó la galleta entre sus dedos y la llevó a la boca de su amada, quien lo miró unos segundos antes de separar sus labios, aceptando el dulce, el pelinegro mordio el otro extremo; haciéndolo una segunda vez son el sonrojo de las mejillas de ambos; iba a morder la tercera vez cuando un sonido llegó desde la puerta de la cocina, haciendo que la delgada galleta se rompiera...

Ambos miraron en la dirección de donde había provenido el ruido; no había nadie... — Creo que alguien vino a ver que pasaba con el postre...

—Eso creo... Me lo quería comer antes yo

—Baka — golpeó un hombro del espadachín, quien la ayudó con llevar los postres hechos a la mesa...

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Salía del baño, secando su pelo largo, miró sentado sobre el sofá a su amado, el que cerró el libro para regalarle sus ojos azules oscuros como el firmamento nocturno, deteniéndose su respiración al sentir la intensidad con la que la mirada del pelinegro la recorría; con un gesto de su rostro la invitó a sentarse junto a él, tomando la toalla con sus manos, secando el largo cabello como el atardecer... — Ha sido un día largo — mencionó ella... — deberías descansar; el viaje debe haberte agotado Kirito kun...

—No quiero descansar — mencionó bajo, tomando el cepillo de la mesita de centro, cepillando la extensión del manto que extrañó con el alma...

—Esta bien— no podía contradecirlo cuando sentía la intensidad de sus palabras, que sin ser demasiadas, estremecían su piel...

Frente a sus ojos de miel, flotaba una delgada galleta —¿Trajiste guardado un... Pocky? — volteo a él

—No podía dejar pasar un pocky... — sus ojos se conectaron mientras sonreían — no me gusta estar lejos de ti... Asuna — aquella declaración se clavo en el pecho femenino, él era tan fuerte, mas frente a ella, podía dejar ver sus miedos; sus orbes se llenaron de lágrimas... — ve conmigo la próxima vez...

—Iré contigo hasta el fin del mundo Kirito Kun, te amo — el cálido sentimiento que aquellas palabras traían lo hizo sonreír, era cierto, aquella mujer de dulce mirada de miel, lo acompañaría donde él fuera; y la amaba... Más que a todo...

—Entonces... ¿Jugamos? — ella tomó entre sus manos la galleta, poniéndola sobre los labios del pelinegro, quien lo recibió; mordida tras mordida delicada, la mujer que amaba se acercaba a su boca, tanto que podía sentirla respirar cálida sobre él; antes de que los dientes de ella devoraran el último trozo, lo puso completo en su propia boca y con ambas manos la atrajo a él, besándola con él dulce sabor del chocolate, olvidando todo para entregarse a ella...

—Tramposo... — mencionó entre besos

—Sí, no importa si puedo probar de tu boca el chocolate — en medio de la caricia hablaban, mientras las manos del espadachín se colaba bajo la blusa ella...

—Pervertido — le dijo sonriendo, abandonandose a los roces impertinentes de su amado, sumergiéndose con su misma locura... Recordando el sonrojo de sus pensamientos al preparar Pockys; quería probarlo en los labios de su amado; mas el resultado... Se le antojo aún más exquisito... Guardandolo en su mente; no iba a reconocer ante su impetuoso pelinegro, que el motivo de haberlos hecho, era precisamente, jugar Pocky con él...

Entre caricias despedían ese día y abrazados entre las sabanas daban la bienvenida a la mañana; son la sonrisa adornando sus rostros mientras daban entre sí los buenos días...

—Hazlos de nuevo hoy...

—Pervertido

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Y aquí un pequeño aporte a la Pocky day xD

Y el nombre del fic es mil palabras, porque serán one shots de 1.000 palabras cada uno, no sé cuántos serán, trataré de traerlos cada semana o bien cada vez que esas ideas dispersas necesite ponerlas en algún lado, siempre con el cariño a ellos...

Gracias por leer

Geme, gracias por el aviso! Alcance a traer algo!!

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