Capítulo Cuatro

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Apenas ha pasado un mes desde la batalla de New York, a Steve la había tomado más tiempo del esperado desocuparse para ir a la Torre pero se sentía satisfecho, ahora hacía algunas misiones importantes para S.H.I.E.L.D. además de que pudo localizar a Peggy para contarle lo sucedido después del choque así como el hecho de que había encontrado a su destinado y la mujer en sus pocos momentos lucidos le hizo saber lo feliz que estaba ya que él podría tener lo que siempre había soñado...

-Buenos días- susurró Bruce Banner entrando a la cocina

-Buenos días doctor- murmuró el rubio mientras desayunaba

-Sólo Bruce, por favor- pidió mientras se servía café

-¿Mucho trabajo Bruce?

-No, sólo unas cuantas cosas con Tony pero nada del otro mundo terminó de hablar con una sonrisa al notar el ligero cambio en el aroma del Capitán ante la sola mención del moreno

-Supongo entonces que volverá a levantarse hasta después de medio día- dijo con un suspiro cansado, detestaba que Tony se descuidara tanto

-Supongo que si- rio bajito- pero así es Tony...

Continuaron con su comida en silencio, ahora que los arreglos de la Torre estaban terminados los rodeaba un gran aura de seguridad y paz que el rubio agradecía a sobremanera ya que le permitía abstraerse, esa era la única paz que conocía puesto que sus pesadillas y recuerdos sobre la guerra no le dejaban descansar adecuadamente y si a eso se le agregaban los recuerdos de su destinado en aquel portal... Se estremeció ligeramente ante el recuerdo.

-Estaré en mi piso por si me necesitan- murmuró poniéndose de pie y colocando los platos en el lava-vajillas

-Por supuesto Steve- contestó el otro mientras le veía salir

El Capitán caminó con tranquilidad al elevador haciendo notas mentales de sus planes durante el día, para llevar pocos días en la Torre se había adaptado a ella bastante rápido, la tecnología seguía siendo su talón de Aquiles pero se esmeraba en entenderla y contaba con ayuda para eso, una vez que aprendió a interactuar con la I.A. de Stark le pidió su ayuda a comprender los conceptos más básicos de los avances tecnológicos, o incluso en ocasiones era el mismo Tony que no perdía oportunidad de burlarse abiertamente de él, cosa que el soportaba con paciencia pues debía demostrar que podía ser parte de esta era.

-J.A.R.V.I.S. ¿Podrías avisarme cuando despierte Tony?- pidió mientras entraba al elevador y esperaba para subir dos pisos hasta sus habitaciones

-Por supuesto Capitán- le contestó el asistente virtual con su peculiar acento británico

-J.A.R.V.I.S. ¿Llegó mi pedido?

-Sí Señor, Se encuentra en su piso- contestó la I.A.

-Gracias- murmuró entrando a su piso con un suave suspiro

Aquel lugar tan espacioso y lujoso aun le parecía demasiado para él sólo, sin embargo no podía evitar sentirse agradecido por el moreno por brindarle un hogar, sobre todo al notar los detalles acorde a su personalidad, tales como aquel estudio en el que entraba en este justo momento. Se retiró la camisa quedando sólo con la camiseta blanca y descubrió el caballete con el lienzo en el que había trabajado la noche anterior, en él le esperaba el rostro de Tony Stark aun en trazos de carboncillo que delineaban su rostro tal y como lo recordaba Steve aquella tarde en el puente del Hellicarguer, con sus suaves labios entreabiertos y aquel brillo peculiar adornando los ojos más hermosos que había visto en su vida.

Con un suave suspiro tomó un pincel delgado y lo sumergió levemente en pintura del tono de piel acanelada que le volvía loco, para comenzar a detallar aquella oda a la perfección. Su mano parecía tener vida propia mientras realizaba un trazo tras otro a la par que su mente se permitía fantasear con aquella casa sencilla, esos labios carnosos contra los suyos, esos ojos castaños mirándole con amor, las risas de sus cachorros corriendo alrededor mientras se besaban...

Just like Animals (Super Psycho Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora