Capítulo Dos

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Steve conoció a parte de su equipo mientras estaban en el Hellicarguer, se había impresionado por toda la tecnología que le rodeaba, por fuera se mantuvo tranquilo pero por dentro su alfa daba vueltas como león enjaulado, tenía que hacer uso de todo su autocontrol para que su aroma no mostrara la frustración que sentía pues de nuevo a pesar de estar en un ambiente un tanto militar y que le era familiar, aun así tenía aquel vacío interior que le gritaba que ahí no había lugar para él.

Fury los había enviado a Alemania para detener a Loki y a mitad de aquella pelea Iron-man hizo su espectacular entrada haciendo que el ojiverde se rindiera.

-No me gusta- susurró Steve, se encontraban en la nave de regreso al Hellicarguer, Stark de pie a su lado seguía con la armadura puesta sin siquiera quitarse el casco

-¿Qué el profeta se haya rendido?- murmuró con sorna

-Antes no era tan fácil, ese tipo es muy poderoso...

-Eres ágil para ser tan viejo ¿Qué haces? ¿Pilates?- se burló mientras giraba el rostro en su interior.

-¿Qué?- balbuceó el rubio incrédulo por el comportamiento del otro

-Es un tipo de ejercicio, te perdiste algunas cosas en tu tiempo de Capipaleta...

Steve sintió que la sangre le hervía, su aroma se desplegó peligrosamente sin que lo pudiera detener, si en definitiva ese hombre era exactamente lo que se imaginó que sería, sin seriedad ni respeto alguno, el rubio emitió un suave gruñido apenas contenido pero el otro ni se inmutó, al parecer la armadura le protegía del efecto hormonal de un alfa. Steve suspiró intentando tranquilizarse, ese hombre le desesperaba a sobremanera y el no poder detectar su aroma no ayudaba, él era un alfa prime y aquella armadura no debería suponer obstáculo alguno para su olfato, sin embargo al buscar la esencia del omega lo único que obtenía era una sutil esencia alterada por supresores que le causaba repulsión y aun así su instinto le instaba a seguir intentando una y otra vez frustrándole aún más al no entender porque se sentía tan interesado en un hombre al que no soportaba en absoluto.

-Fury no me dijo que te llamaría- casi siseó el rubio

-Sí, Fury no te dice muchas cosas- contestó con voz fría

El cielo se tornó aún más oscuro y los rayos y truenos se hicieron presentes, en su asiento Loki se tensó y se removió inquieto, su aroma se alteró viciando el ambiente de emociones contradictorias: alegría, amor, dolor y miedo...

-¿De dónde vino eso?- cuestionó la agente Romanoff

-¿Qué sucede? ¿Le asustan unos pequeños rayos?- cuestionó Steve desplegando su aroma para hacer que su prisionero se calmara

-No me encanta lo que sigue- murmuró con cierto deje de tristeza

Y entonces pasó, el dios del trueno llegó, Stark se lanzó al ataque a ciegas y Steve saltó de la nave rezando por poder siquiera acabar la misión antes de terminar matándose entre ellos.

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Después de entregar a Loki para colocarle en su celda todos se reunieron en el puente mirando por las pantallas y a la espera de Fury para aclarar la situación en la que se encontraban, el ambiente era tenso y Steve tenía que mantener a raya su instinto para no reaccionar ante las feromonas territoriales de Thor, era evidente que a aquel supuesto dios le molestaba el trato que se le daba al pelinegro, en cuanto habían llegado había gruñido a cuanto alfa se encontró demasiado cerca del omega

-No hay que concentrarnos en Loki- dijo Banner- Su cabeza es una bolsa de gatos. Puedes oler su locura

-¡Cuidado con lo que dices!- gruñó Thor desplegando su aroma peligrosamente- Loki podrá no razonar pero es de Asgard y es mi...m-mi hermano- terminó con un deje amargo en la voz y su aroma recalcó la decepción ante aquella última palabra.

Just like Animals (Super Psycho Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora