Capítulo Siete

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Pasaron un par de semanas desde aquel incidente en el Hellicarguer, semanas en las cuales Nick Fury decidió llevar a Steve al Triskellion para ponerle a cargo de la evaluación de nuevos reclutas, por supuesto que el rubio sabía que aquello era un pretexto para mantenerle cerca y en observación, cosa que le hacía enfurecer al sentirse como un bicho de laboratorio de nuevo ¿Fury estaba molesto por sus cambios de personalidad? Bien, pues le daría verdaderos motivos para estarlo. Decir que Rogers se comportó como un verdadero hijo de puta con los reclutas realmente era suavizar la situación, pues los novatos de S.H.I.E.L.D. a diario terminaban el doble de cansados de lo que él alguna vez estuvo cuando recién entró al ejercito siendo un enclenque y sobre esforzaba su diminuto y escuálido cuerpo, al finalizar el periodo de evaluación el grupo completo le odiaba, pues había entregado reportes detallados llenos de sarcasmo y palabras hirientes que les desestimaban como futuros agentes.

Ahora Steve llegaba a la Torre de los Vengadores después de aquellas agotadoras semanas, bajó del quinjet con una sonrisa en el rostro y se adentró en el hangar

-Bienvenido Capitán- saludó J.A.R.V.I.S.- No lo esperábamos

-Gracias J.A.R.V.I.S. ¿Está Tony aún?- cuestionó mientras entraba al elevador

-En el laboratorio principal...

El rubio llegó al piso de tecnología y avanzada buscando al castaño, en esas semanas se había torturado al no poder verle hallando tan solo consuelo en las fotos que publicaba en sus redes o en aquel primer retrato al carbón que le había hecho y que ahora atesoraba en su brújula. Por fin había llegado al laboratorio y sonrió al ver al magnate concentrado, sin embargo cuando se acercó estornudó discretamente debido a la potencia de los supresores, sabía que aquel sistema de filtración y supresores olfativos en las armaduras del moreno eran necesarios para mantenerle a salvo pero de verdad los odiaba pues arruinaban el delicioso aroma de su omega.

-Hola Tony- murmuró desde la puerta

-¿Qué haces aquí anciano?- preguntó mientras continuaba trabajando en el sistema autómata que ayudaría a construir y reparar la "Legión de Hierro" que les ayudaría en futuras misiones

-Yo...- Steve sintió como se sonrojaba- Estaba tan ansioso por salir del Triskellion que solo puse el piloto automático y dejé que J.A.R.V.I.S. me trajera mientras tomaba una siesta- confesó

-Pero... sólo debías dar la orden de y a la base y listo Capipaleta- se burló mirándole directamente

-Si bueno... Estaba cansado, lo he hecho todo por inercia- murmuró sintiendo cierta timidez que hacía tiempo no experimentaba. No quería confesar que en realidad dio la orden de "ir a casa" y la I.A. le había llevado a la Torre

-Supongo que nunca podré hacerte un hombre de este siglo- se burló de nueva cuenta

-Puedes seguir intentando... Tiny- murmuró con sorna

-¿Cómo me llamaste?- dijo indignado y su aroma se desplegó, el rubio sonrió al notar el efecto residual de los supresores desvaneciéndose

-Tranquilo, lo mejor y más fino viene en envases pequeños- le dijo riendo con fuerza

-Ok, te perdonaré sólo por el halago ¿Pasaras la noches aquí?- murmuró el moreno

-Sí, de todos modos planeaba venir pronto para cerciorarme de no dejar nada importante...

-¿Cómo qué?

-¿Además de ti?- susurró con sonrisa pícara- Necesito una buena noche de sueño así que estaré en mi piso por si me necesitas- dijo mientras salía del laboratorio aspirando el dulce aroma del menor una última vez.

Just like Animals (Super Psycho Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora