Capítulo Dieciséis

1K 96 21
                                    

Después de la partida de los Guardianes de la Galaxia, los Vengadores continuaron por dos semanas con pequeñas misiones para asegurarse que Zemo no tuviese cómplices o asociados, estas misiones las lideraba siempre el capitán a la distancia con la ayuda de la legión de hierro y Happy quien estaba acostumbrado a siempre coordinar desde el complejo (y que por cierto hacia un maravilloso equipo con la I.A. de Stark), así aunque no pudiera estar físicamente con su manada su mente estratega siempre les acompañaba.

Mientras tanto él se encontraba postrado en cama y aunque en cualquier otra ocasión se hubiese quejado había decidido aceptar su "pena" en silencio y obedientemente pues esto le permitía disfrutar de las atenciones de cierto omega castaño que se había autoimpuesto el papel de su enfermero personal, Tony le cuidaba dirigentemente haciéndole comer, beber y tomar sus medicamentos esto claro sin perder su clásico y apabullante comportamiento, siempre haciendo reír a su alfa con su humor negro y rodeándole de su suave aroma.

Steve no podía estar más feliz pues el moreno no salía del complejo para nada y buscaba su compañía en todo momento, no perdía la oportunidad de coquetear y provocarle, cuando al rubio se le permitió ponerse de pie y entrenar de nueva cuenta fue su omega el que se ofreció a entrenar con él, momentos que el alfa aprovechaba para tocar un poco de más al menor quien poco a poco iba abriendo esa coraza que le protegía y por fin de buena gana aceptaba el cortejo de su destinado.

Poco a poco sus vidas retomaron el ritmo habitual y el rubio se encontraba como nuevo por lo que Tony retomó su costumbre de salir de fiesta y por ende Steve lo hizo también con su "vigilancia nocturna". Esta noche el moreno se había excusado de la cena y salió más temprano de lo acostumbrado, se había reunido con un socio de la recién fundada "Fundación María Stark" era un omega de piel aceitunada y ojos color miel con el cual tomó una cena ligera hecho que puso furioso al alfa que les seguía pues no podía creer que hiciera a un lado la costumbre de cenar en familia por salir con ese sujeto, le hervía la sangre importándole poco la casta del tipejo que hacía ojos coquetos a su pequeño y sólo por ese motivo ya le veía como enemigo potencial. Una vez terminada su reunión Tony se despidió y condujo solo por las calles de aquella zona exclusiva mientras el capitán hacía lo mismo en aquel sedan negro manteniéndose siempre a una distancia prudente que no llamara la atención pero que le permitiera vigilar bien al millonario, el rubio dio una última calada a su cigarrillo y lo tiró por la ventana permitiendo que el suave humo se expandiera con su calidez por sus pulmones antes de dejarlo salir con lentitud, checar la hora y soltar una risita al percatarse de la fecha; tenía casi cuatro años que había comenzado con esta rutina singular y su sonrisa se ensanchó sin poder hacer nada al respecto mientras se permitía rememorar con lujo de detalle aquella tarde en la que se habían conocido y el universo había sellado su destino.

Observó al familiar Audi estacionándose fuera de aquel lujoso club y al dueño del vehículo bajando del mismo para entregar las llaves al valet y dirigirse al interior del edificio por lo que el ojiazul se estacionó a unas calles de distancia y esperó unos minutos respirando tranquilamente y tomaba los supresores con un poco de whisky , sus pulmones se llenaron del agradable perfuma que envolvía el ambiente en el interior del vehículo, una perfecta mezcla de alcohol, tabaco y sus propias feromonas, mientras se permitió analizar la situación en la que se encontraban:

Cuatro años de ese extraño y retorcido (aunque muy placentero) cortejo, los cuales podía agradecer a Howard Stark por ser tan imbécil e hijo de puta como para despreciar y humillar a su único hijo por no ser el alfa que siempre deseo como primogénito, aunque era también gracias a eso que su Tony tenía aquel temperamento y  terquedad tan característicos que le permitían siempre seguir adelante sin importar la situación, era gracias a eso también que Steve logró abrir los ojos y se librara de una vez todas de aquella moral y ataduras que tanto la sociedad como el ejército le habían impuesto, esos cambios en su personalidad que en realidad demostraban lo que siempre había opinado, aquel humor que reflejaba la forma en la que siempre vio el mundo y esa violencia que resultaba tan liberadora, intentando adaptarse a su destinado fue como por primera vez Steven Grant Rogers fue él mismo y era por ello que ahora era tan feliz con la vida que llevaba a lado de su Tony (aun tomando en cuenta ciertas molestias ocasionales). Con ese último pensamiento el alfa salió del auto y se dirigió al bar donde su omega aguardaba por él quien velaría por su seguridad como cada noche, aunque Tony no se enterara.

Just like Animals (Super Psycho Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora