Just like Animals (Super Psycho Love)

Capítulo Quince

Esta era una de aquellas tardes que tanto amaba Steve, él, Tony, Sam y Rhodey habían atendido una misión menor con un grupo de contrabandistas en Lagos, ahí se encontraba Rumlow pero la pelea había sido un tanto decepcionante, la rabia y desesperación consumía al hombre y eso hizo que fuera patéticamente predecible y Steve pudo oler la pólvora de aquel chaleco bomba a kilómetros por lo que evitó una explosión y muertes innecesarias. Pero cuando llegaron a su hogar cualquiera diría que el rubio simplemente había resplandecido de alegría al notar a toda la manada junta como hacía semanas que no sucedía. Las feromonas alegres y dominantes del Capitán se desplegaron inundando cada rincón del complejo haciendo que todos los presentes se relajaran y se sintieran cómodos y felices al instante.

Habían pasado la tarde asando carne y bebiendo cócteles y cervezas mientras platicaban y reían con ganas, las parejas se daban el tiempo para llenarse de besos y arrumacos, los solteros jugaban al billar o naipes e incluso parecía que Wanda y Visión por fin se atreverían a dar un paso más, todo sucedió ante la atenta mirada del alfa de aquella peculiar manada quién sonrió de felicidad al notar su sueño cumplido, sí, era diferente pero al final lo había logrado, tenía un lugar al cual llamar hogar, tenía la dicha de tener a su destinado como parte importante de su vida y aunque no tenía cachorros a cambio tenía una manada, su propia familia. Los destinos no se equivocaban y habían mostrado a Steve Rogers el camino correcto a su felicidad y no había nada que no haría por mantenerla intacta.

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La manada en conjunto había decidido quedarse en el complejo por algunos días, incluso Pepper se tomó unas muy necesarias vacaciones de sus responsabilidades como CEO de Stark Industries. La felicidad en su cubil era más que palpable, estaban sumergidos en tal burbuja de dicha domestica que incluso podrían olvidar que eran súper héroes, cada día sin falta a pesar de las actividades de cada uno se daban el espacio para desayunar, comer y cenar juntos, el suave bullicio en el comedor siempre hacía que el pecho de Steve se hinchara orgulloso, su sentido de pertenencia hacia aquellas personas era tal que ya en varias ocasiones se había encontrado a sí mismo ronroneando cual cachorro mientras dibujaba de memoria aquella escena familiar tan grata.

En estos momentos comían animadamente llenando el ambiente de un perfume de feromonas que alegraría hasta al ser más amargado, el ojiazul observaba a su manada mientras masticaba con calma su filete cuando sintió el tirón en el otro extremo de su conexión con su destinado, desvió su atención hacia el moreno y sonrió con la escena que le recibía, Pietro le estaba obsequiando el último bocado de su postre y Tony la aceptaba gustoso, esta era una antigua costumbre de las manadas europeas, (gracias a su ascendencia irlandesa él había hecho lo mismo con su madre cuando era pequeño) era una forma de rendir respeto y admiración al omega de la manada, el segundo al mando.

-Sr. Stark el General Ross solicita permiso para aterrizar en el hangar- notificó F.R.I.D.A.Y.

-Supongo que se cansó de que desviara sus llamadas, es un idiota sabe que aquí no recibimos visitas para eso es la Torre- murmuró Tony divertido mientras se limpiaba el dulce de los labios

-Yo lo recibiré- murmuró Steve poniéndose de pie con calma y salió del comedor para recibir a su muy querido visitante.

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-¿Es una puta broma cierto?- siseó Rogers tensando todo su cuerpo mientras el hombre terminaba de hablar

-Capitán Rogers, debe entender porque es necesario que Los Vengadores dejen de ser un equipo que pertenece a la iniciativa privada- dijo el General muy seguro de sí mismo

-Y usted entenderá porque no pretendo aceptar, General Ross debe darse cuenta que nosotros no somos un equipo, esta es MI manada y no los voy a someter a sus intereses egoístas como Secretario de Estado- siseó mientras sus feromonas se desplegaban