Capítulo Cinco

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Steve entró al gimnasio hecho una furia, es ese momento no podía controlar su instinto por lo que su aroma se desplegaba peligrosamente mientras gruñía como animal rabioso, no se detuvo hasta estar frente al costal y entonces lo golpeo sin importarle no tener vendajes.

********************Flashback**************************

-¿Por qué?- fue lo único que preguntó una vez estuvieron solos en aquella habitación junto al hangar

-No tengo porque rendirte cuentas- contestó el moreno cruzando los brazos

-Pero yo...- se detuvo para respirar profundo- Te he cortejado, intento de verdad comprenderte, quiero demostrarte que...

-Ok, escucha Cap- le interrumpió- De verdad me halagan tus detalles de caballero cursi pero yo nunca los pedí. Te dije lo que sentía al respecto de nosotros y eso no va a cambiar simplemente porque sepas donde compro mis donas favoritas

-¿Por qué no me das la oportunidad?- murmuró herido

-Porque soy Tony Stark, un día le prometí a un imbécil que moriría sin marca y pienso cumplirlo...

-Por favor Tony, sé que...

-No, no sabes nada- le interrumpió- ¿Creíste que cambiaría mi asombrosa manera de ser por ti? Eres tan perfecto que me asquea, siempre recto y responsable ¿Has pensado tan siquiera una vez en acostarte conmigo?

-Yo...

-Por supuesto que no- continuó- Porque me cortejas como en tus buenos tiempos ¿De verdad esperas eso de mí? ¿Un omega sumiso y perfecto? ¿Una casita en el campo y engendros corriendo por todo el lugar?

Steve no contestó, tragó saliva intentando calmarse pero su aroma le delataba

-Tan patéticamente predecible. Tú no eres lo que yo necesito- siseó el menor antes de salir del lugar

*****************************Fin del Flashback *************************

El rubio continuaba golpeando el saco mientras las lágrimas corrían libres por sus mejillas, sus nudillos ardían pero eso poco interesaba, en esos momentos quería odiar al moreno pero simplemente no podía, tal cosa le parecía imposible, casi un pecado. Su ira aumentaba mientras en su mente intentaba darle un rostro al hijo de perra que había tocado a su omega y se torturaba al recrear con lujo de detalle todo lo que muy probablemente estuvieron haciendo aquellos días, podía ver claramente aquella cremosa piel siendo mancillada por un par de rudas y torpes manos, sus labios torturados por otros dientes, aquellos preciosos ojos nublados por el placer, su voz gimiendo sin control...

-¡Aghhhh!- gritó furioso y con aquel golpe el saco salió proyectado.

Steve se dejó caer al suelo sin fuerza y admiró sus nudillos ahora reventados y sangrantes que punzaban incesantemente y aun así no le importó en lo mínimo, por unos instantes se sintió vacío y sin propósito alguno, su respiración se agitó y lloró de nuevo al sentir en el pecho aquella maldita opresión, la misma que le embargaba cada día antes de conocer al moreno. Todo era su culpa por seguir intentando ser aquel hombre intachable que se supone debía ser, callándose su verdadero sentir en pos de lo que era socialmente aceptable, su culpa por seguir albergando esperanzas en una estúpida fantasía aun a sabiendas de que su omega jamás aspiraría a los mismo.

¿Acaso era verdad que no era lo que el moreno necesitaba? Tal vez, pero lo sería, le demostraría que el maldito destino no se equivocaba

-¡J.A.R.V.I.S.!- gritó mientras se ponía de pie dispuesto a salir, ese moreno era su razón de ser y le demostraría que cambiaría por él, se convertiría en lo que el genio necesitaba o su nombre no era Steven Grant Rogers.

Just like Animals (Super Psycho Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora