Ducky: Ya sabes lo que dicen de una madre osa y sus oseznos.
Ziva: Se los comen cuando se acaba la comida. Lo vi en un documental que Tony me obligo a ver. Gizzly Man.
Ducky: Me refería a la naturaleza protectora de una madre osa cuando sus oseznos se ven amenazados. No hay criatura más mortífera en el planeta.
4x6 WICHT HUNT
Navy Yard. Zona común
Tony, Ziva y la niña entraron en la oficina. Gibbs miró a sus dos agentes sentarse en sus respectivos escritorios y después a la pequeña que se había quedado junto a Tony.
- Lo siento, pero no tenemos niñera, por razones evidentes- se disculpó Tony antes de que su jefe pudiera hacer ningún comentario.
- Jefe, localice el móvil de Shavit utilizando una antena cercana al apartamento de Jessica Anderson, después aislé los números...- dijo McGee.
- McGee, al grano- le frenó Gibbs.
- Está conectado y tenemos una dirección
Mostró un mapa con un punto rojo en la pantalla.
- Está en un viejo almacén abandonado de Anacostia- McGee entregó la dirección exacta a su jefe.
- McGee, conmigo. Vosotros dos - indicó Gibbs señalando a Tony y Ziva- os quedáis aquí.
- Ni hablar Gibbs, yo...- comenzó a decir Ziva.
- Tú te quedas- decretó Gibbs.
Tony y Ziva se quedan mirando cómo se marchan sus compañeros por el ascensor sentados en sus escritorios pero en cuanto las puertas se cerraron sacaron se pusieron de pie cogiendo sus armas.
- Tú te quedas aquí- le dijo Tony.
- No me pienso quedar- protestó Ziva negando con la cabeza.
- Soy el agente de más rango ahora mismo así que te quedas aquí con Rebecca. Es una orden.
Tras sostenerse unos tensos segundos la mirada Ziva finalmente se desplomó en su silla y dejó escapar un bufido de frustración ante la mirada asombrada de su hija que jamás la había visto ceder ante su padre.
Almacén de Anacostia
Gibbs y McGee entraron en el edificio. Un recinto grande con lo que antaño debía ser una cadena de montaje. No había rastro del oficial del Mossad por ningún parte. En una de las salas, que debían haber albergado un despacho en sus buenos tiempos, encontraron un ordenador portátil, un saco de dormir y algunos envoltorios de comida rápida. Antes de poder continuar revisando la habitación vieron un destello pasar frente a ellos. Shavit trataba de huir.El edificio era demasiado amplio y pronto le perdieron en la multitud de salas.
- Jefe, creo que le hemos perdido- comentó McGee.
- ¿Tú crees McGee?
Escucharon un disparo seguido de un grito de dolor en el piso superior. Se dirigieron a la carrera hacia allí donde se encontraron al oficial inconsciente en el suelo y a Ziva sobre él apuntándole con su arma.
- Creía haberte dicho que te quedaras.- bramó Gibbs furioso.
- Intento secuestrar a mi hija, ¿qué esperabas?- preguntó con ironía ella- Da gracias que siga vivo.
Tony entró corriendo en la sala encontrándose al resto del equipo.
- ¿Y tú que haces aquí?- le preguntó Gibbs en cuanto le vio.