Notas de Autora: Por si acaso alguien no lo sabe los bebés al nacer tienen los ojos marrones o azulones. Los primeros se quedan con ese color. Los segundos les cambian a los pocos meses a su color definitivo (en este caso verdes), no penséis que se me ha ido la pinza.
Flashback
Una mañana de septiembre el equipo estaba en una carretera apartada donde había aparecido el cuerpo del suboficial Walter cuando su móvil comenzó a sonar.Hospital Universitario de Georgetown.
- ¿Anthony DiNozzo?- preguntó una voz femenina.
- Sí, soy yo.
- La señorita David nos ha facilitado este número para contactar con usted.
- ¿Está bien? ¿Ha ocurrido algo?- preguntó Tony. Según le había dicho Ziva el bebé no nacería hasta dentro de unas semanas.
McGee observaba a su compañero con curiosidad.
- Si, está perfectamente. Ella acaba de tener una preciosa niña.
- ¿Ya? Voy para allá- dijo Tony a la voz del teléfono. Le entregó la cámara su compañero- Novato, tendrás que continuar solo, me tengo que marchar.
- Genial, Ziva desaparecida y tú ahora me dejas con todo esto- protestó McGee.
- Mira el lado positivo, estas al mando.
Salió corriendo para marcharse pero Gibbs le interceptó.
- ¿Dónde crees que vas?
- Tengo una urgencia jefe.
- Estamos en medio de un caso, tú no vas a ninguna parte.
- Se trata de Ziva- le explicó Tony.
- DiNozzo...
- Jefe, de verdad tengo que irme- se volvió y se quedo parado al darse cuenta de que había venido en el camión con McGee. No tenía coche.
- Coge el mío- dijo entregándole las llaves.
***
No recordaba haber infringido tantas leyes de tráfico en un mismo día. Entró en el área de maternidad del hospital falto de aliento. Una enfermera cincuentona con cara de mal humor le impidió el paso a la zona de habitaciones.
- No puede pasar de aquí- le dijo esta
- Tengo que ver a Ziva David
- Ahora mismo está descansando, no puede pasar- negó la intransigente enfermera- ¿Es familiar?
- No, pero tengo que verla- dijo Tony sintiéndose impotente. ¡Malditas normas de hospitales!- Mire señora, necesito ver a mi compañera. Soy agente federal. Puedo detenerla por muchas razones así que le sugiero que me deje entrar- dijo enseñando su placa.
La enfermera se fijó en el nombre.
- ¿DiNozzo? La señorita David ha estado gritando su nombre durante todo el parto.
- Uno que es irresistible- comentó él con una de sus mejores sonrisas.
- Gritaba que le iba a matar- puntualizó la enfermera.
- Ya, suele hacerlo a menudo- dijo Tony encogiendose de hombros- ¿Puedo pasar a verla?
La enfermera le miró con cara de pocos amigos pero nadie puede resistiré a una sonrisa de Anthony DiNozzo y pronto tecleó en su ordenador.