Puedo ser quien tu quieras

20

-Hola ¿que tal les fue?- pregunto Alice cuando los vio llegar, tenían una cara de cansancio espantosa aunque ella sabia lo pesada que fue la investigación, a ella le tarde algunas horas deducir quien era el asesino así que para ellos debería haber sido cien veces peor.

-hola, pues bien aunque estamos cansados- contesto una sarcástica JJ que se veía mas blanca de lo normal y trataba de estirar su espalda con incomodidad.

-podría dormir por una semana- esta vez hablo Rossi, el a Alice le parecía adorable era el único de aquel equipo que en realidad le agradaba, parecía el tipo de hombre dispuesto a morir por su familia y esa era una cualidad que ella respetaba profundamente.

-Quería cenar con ustedes para conocernos mejor, pero los veo muy cansados así que vallan a descansar le pedire al servicio que les lleve la cena- aquella mujer era mejor actriz que las mismas ganadoras de un Oscar. Sin mucho esfuerzo se había metido en su papel de novia perfecta. Le fue fácil pasar de una perra controladora y fría a una mujer dulce, adorable y enamorada.

-Realmente eres un angel muñeca- dijo Morgan siendo el primero en subir por la escalera para dirijirse a su habitación. Tal vez si era un ángel, tal vez uno como Azael, atractivo y seductor. Y tal como el sedujo a Spencer y lo llevo a la perversión.

Cuando todos se fueron a sua habitación solo se quedaron Alice y Spencer en aquel espacioso pasillo -¿tienes hambre?- le pregunto la chica al joven de manera amorosa como si realmente estuviera locamente enamorada de el.

-No. En realidad, tuve que dispararle al ignoto y ahora mismo no quiero comer nada-

-Vamos a la habitación- lo tomo de la mano y lo llevo hasta la habitación, ayudo a sentarse en la cama para luego sentarse frente a sus pies en un acto de sumisión total que derretía el corazón del doctor, le saco los zapatos y calcetas. Ninguno hablaba estaban compartiendo un momento muy "intimo", Le pidio que se levantara y lo despojo del chaleco, la camisa y el pantalón. Estaba semidesnudo frente a ella pero no sentia verguenza, confiaba plenamente en ella. La parte razonable de su cerebro sabia que aquello estaba mal, que algo iba terrible entre ellos pero la parte afectiva de su cerebro estaba comoda, le gustaba recibir atencion y cariño pr parte de una mujer.

-¿quieres tomar un baño?- la voz melosa de la chica lo chiflaba.

- no, tome una por la mañana-

-bien- se puso de pie nuuevamente mientras el la observaba sentado en la orilla de la cama. Suavemente se desato el cabello y de inmediato el aroma frutos rojos del shampoo inundo la habitación. -¿te iras mañana?- el solo asintio a la pregunta y ella deslizo el vestido azul que utilizaba hasta formar un bulto en el piso -¿quieres irte?- el nego con la cabeza y ella de manera seductura lanzo el vestido lejos con uno de sus pies enfundados en unos altisimos tacones negros -¿quieres quedarte?- el asintio nuevamente no era capaz de formular palabras y ella empezo a bajar los tirantes de su brasiere, la vista era realmente atractiva, estaba la hemosa mujer utilizando un conjunto de lenceria verde esmeralda y los altos tacones hacían lucir su fiagura a un mas definida de lo que ya era y sus piernas infinitamente mas largas -¿te gusto Spence?- asintio otra vez y la chica se quito la prenda -¿cuanto te gusto?- el no respondio a la pregunta y es que no sabia como, no había admitido en voz alta para si mismo o para alguien mas, cuanto le gustaba esa peligrosa mujer y no creai que la atracción que sentia hacia ella fuera cuantificable. Ni que fuera sana. -contesta- le exigió nuevamente esta vez poniendolo de pie e incitandolo a retirarse la ropa interior, que era la unica prenda que existía sobre el y aunque no contesto ella solto una risilla traviesa -aunque no lo digas se que te gusto, que te vuelvo loco y me encata Spencer- tomo las manos del inexperto castaño lo obligo a poner una sobre su cadera y la otra en uno de sus senos para que así la tocara -me gustas Spencer, dime cuanto te gusto-

-Mucho- esta vez si respondió y ahora acariciaba levemente con las puntas de los dedos la piel ardiente de la mujer.

-¿me quieres?- la pregunta descoloco al genio que en aquel momento parecía no poseer el IC del que tanto presumían sus compañeros de trabajo y se quedo callado nuevamente -dilo Spence, di que me quieres, admite que quieres que te cuide y mime siempre- el solo asintio y ella termino de desnudarse frente a el , también se había quitado los tacones -llevame contigo- pidió rn voz un poco baja y el castaño solo frunció el ceño un poco confundido -llevame a Virginia contigo, como tu mujer, dejame vivir contigo en tu casa- los sentidos de Spencer estaban invadidos por su olor, la vista de su cuerpo, la suavidad de su piel y la sedosa voz con la que lo llamaba así que solo asintio ceptando de buena manera su pase al infierno, un infierno que Alice haría pasar como el praiso o almenos lo haria hasta que ya no lo necesiatara y se pudiera deshacer de el.

Ante su respuesta afirmativa ella rodeo su cuello con sus brazos y lo beso, era un beso intenso, placentero y doloroso a la vez. Sus lenguas se enredaban una con la otra y las manos repartían caricias por todas partes, algunas expertas, otras tímidas y curiosas. Lentamente lo dirigió a la cama y cuando estuvieron ahí Spencer nuevamente se acostó con ella encima pero la rubia tenía otros planes debía concederle un poco de aparente poder sobre ella para poder tenerlo en sus garras así que cambio de posisiones con el.

-tócame Spece, soy tuya- el no lo penso dos veces se deslizo sobre su cuerpo de manera clamada y tomo uno de sus pechos en la boca y el otro lo acaricio con su mano, escucho los suaves gemido sque salían de los labios de su mujer, sintio absoluto poder y orgullo de aquellas reacciones así que continuo bajando, besando y mordiendo la piel de aquel terso y suave abdomen así como dejando marcas en su cadera, con cada beso los gemidos y gritos de Alice eran mas audibles y la erección de Spencer mas dura. Sin poder aguntar más volvió a trepar por su cuerpo y la beso mientras habría con un poco de fuerza sus piernas y de una sola estocada se deslizo dentro de ella, le encantaba sentirse dentro de ella así que sin podrer controlarse comenzó a empujar dentro y fuera de ella de manera rapida y dura, gruñía de vez en cuando y la rubia debajo de el se retorcía de placer y gritaba su nombre mientras le arañaba la espalda. Un par de empujes mas y los dos llegaron alpunto mas alto de palcer que podian experimentar. Era una sensación gloriosa y ahí se quedaron enredados en las piernas del otro hasta la mañana siguiente que Spencer le contara a todos que Alice se convertiría en su mujer y se trasladaría a vivir con el ha Virginia.

Hola, hola.

Una nueva actualización, espero que les guste leer esta historia tanto como a mi.

Si les gusta voten y comenten. En especial comenten pues no se si esto les esta gustando y ¿que esperan que suceda? Nos leemos pronto.