Solo un mes después estaba por terminar de instalarse en el pequeño, de verdad muy pequeño apartamento de Spencer, no recordaba haber dormido en un lugarsucho como aquel desde hacia mucho tiempo y esta de mas decir que no le era ni lo mas mínimamente grato.
-siento si es muy pequeño o molesto debes estar acostumbrada a mucho más- le dijo en hombre detrás de ella cuando ingresaban la ultima maleta de un enorme total de 5, podría ser mala pero n o dejaba de ser una preciosa mujer vanidosa.
-no te preocupes cariño, es lindo como tu- se giro y lo tomo del cuello para plantarle un sorpresivo y largo beso.-¿Quieres mostrarme donde voy a dormir?-
Spencer sin decir nada mas la guio a una habitación a un costado del baño -este es tu dormitorio- le dijo como si fuera lo mas obvio y eso no era para nada esperado, como demonios se le había ocurrido enviarla a dormir al otro lado del pasillo.
-estas diciendo que no puedo dormir contigo- se acerco a el con aquella mirada amenazadora que sabia usar y que a Spencer se le antojo la misma que aquel día afuera de la cafetería cundo lo estrello contra el automóvil, que solo atino a hacerse un poco bolita y protegerse. Le provoco una sonrisa a Alice el hecho de tener tanto control psicológico sobre el, le tenia miedo y eso era jodidamente bueno.
-ven aquí cariño- le dijo con la voz ronca como una madre enojada a su pequeño hijo, aquel era el punto, el necesitaba que alguien lo poseyera siempre se había tenido que cuidar solo y la rubia se aseguraría de que el dependiera de ella para cada decisión, pronto no seria capaz de tomar una decisión por si solo -ven cariño, no lo voy a repetir-
Spencer se acerco como un cervatillo asustado, ni siquiera lo pensaba solo actuaba ella tenia la posibilidad de anular sus sentidos -¿estas enojada?-
-bueno, me echaste de tu cuarto, en definitiva no estoy feliz- se acerco demasiado a el sus pechos se tocaban y ahora solo se escuchaba la respiración agitada del castaño y se sentía pequeño aun cuando era mucho mas alto que ella -creo que debería recordarte lo que podría pasar en esa habitación- susurro mientras que con uno de sus dedos con uñas bien cuidadas dignas de una celebridad señalaba la habitación principal, la que solía ocupar el castaño -debería mostrarte cuanto me enoja que me eches de tu habitación- se pego a su cuerpo y dejo un solo beso sobre el para después acercarse a su oreja y murmurar -sabes que el sexo de odio y el de reconciliación son realmente buenos- mordió un poco el lóbulo de su oreja mientras se alejaba de el lo tomo de la corbata y lo jalo con destino ala habitación del genio -claro que no lo sabes, pero te lo voy a mostrar-
Cuando llegaron a la habitación lo obligo a sentarse en la orilla de la cama y se subió a sus piernas apenas estaba desatando su camisa cuando comenzaron a tocar el timbre de manera incesante -no vallas le ordeno la rubia- y siguió besándolo pero unos segundos después el timbre no paraba y se escucho una fina voz femenina del otro lado llamándolo, maldita sea era JJ.
Spencer se levanto totalmente rojo por la vergüenza y con un pequeño gran problema debajo del pantalón al notar esto la chica también se levanto -yo abrió ve al baño y arréglate, y piensa en mi cunado lo hagas- aquella coquetería y falta de vergüenza de la chica lo volvía loco así que antes de que saliera de la habitación la tomo del brazo y la regreso hacia el para besarla hasta quitarle el aliento.
Apenas se acerco a la puerta su mirada se volvió más suave, en su rostro apareció una linda y tierna sonrisa. Cualquiera juraría que hasta parecía de una estatura menor cunado se ponía el papel de linda novia devota.
-hola- se le atoro el saludo en la garganta al ver que no era solo la rubia sino todo el sequito de agentes, demonios no llevaba ahí ni un día y ellos ya se estaban volviendo molestos, pero eran necesarios para aquella misión -que linda sorpresa, pasen. Les diría que están en su casa pero el genio no estaría de acuerdo y no quiero escuchar el rollo de por que no debería decirlo- hablo mientras entraban, hasta el final entro una rubia llenita Garcia ella era linda y demasiado buena con los ordenadores pero no lo suficiente, de hecho había obtenido toda la información sobre la unidad gracias a ella, era demasiado ingenua y distraída cuando jugaba en línea.

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Puedo ser quien tu quieras
Fanfiction-¿qué?¿qué quieres?- pregunto el genio está vez no pudo ocultar el miedo y nerviosismo en su voz. -A ti- lo soltó como si no hubiera dicho nada importante y no lo era, no era mucho pedir tener al niño bonito una noche a cambio de salvar a muchas otr...