ii. the sight

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la vista
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Briar y Kingsley seguían andando, pasando por los pasillos, topándose con innumerables oficinas, incluyendo el Cuartel General de Aurores. Siguieron caminando hasta llegar a un despacho. El hombre de color y de coleta larga abrió aquella puerta y dejó que la morena pasase primero, para luego pasar él después y cerrar la puerta a su paso.

Aquella oficina era de gran tamaño, de forma oblicua, con un gran escritorio en el medio de la sala. Las paredes estaban cubiertas con estanterías que llegaban hasta el techo, llenas de libros, y Briar se sintió en el paraíso por primera vez desde que entró en aquel lúgubre edificio.

El hombre le indicó con la mano que se sentase en el sillón de visitas, mientras que él lo hacía en la que había detrás del escritorio, de forma relajada, apoyando sus extremidades superiores en los reposabrazos del sillón, dando a entender que esa era su oficina.

—Puedes estar tranquila.—. le dijo Kingsley, viendo lo tensa que Briar se encontraba, y añadió.— No te harán nada, sobre todo si yo estoy delante. Te han elegido porque eras mayor de edad, y así nadie podría rechistar, además de que eres la más cercana a Dumbledore de tu curso. Supongo que no lo han hecho por nada personal.

—¿Supone?— preguntó ella con el ceño fruncido, algo preocupada.— Genial... Esto es completa y absolutamente genial...— murmuró sarcástica, removiéndose en su asiento.

Un silencio incómodo se apoderó de la habitación, mientras el hombre en frente de ella sonreía calmado, sin ninguna preocupación. Briar tragó en seco, notando cómo su estómago se revolvía de los nervios, provocándole ganas de vomitar.

—¿Y para qué es esto?— preguntó ella con el ceño fruncido.— No entiendo por qué necesito acudir a una vista para comprobar mi fidelidad al Ministerio. Además, Dumbledore no miente. Ni Harry tampoco. Y lo único que hacen es ocultar lo evidente.

—Vale, voy a dejar todo este papel de funcionario del Ministerio...— dijo él, mostrándose más cercano a Briar, mientras que ella se encontraba más confundida aún.— Te han traído aquí porque quieren saber las amenazas que tienen. Lo que les está contradiciendo. Quieren intentar averiguar los planes de Dumbledore, y han pensado que tú eras lo suficientemente vulnerable para decir "la verdad". Además, eres hija de muggles, y piensan que no querrás defraudar al Ministerio por la presión que hay sobre vosotros en la sociedad.

—Espera... ¿No está usted con el Ministerio?— preguntó ella con ambas cejas subidas.

—Digamos que no estoy absolutamente de acuerdo con algunas de las cosas que están haciendo últimamente, pero sigo siendo del Ministerio, y no puedo hablar incorrectamente sobre él, por eso te pido que mantengas esta conversación en secreto y solo para ti.

Hunger Of Revolution [ f.w, 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora