Hunger Of Revolution [ f.w, 1 ]

xviii. harry's vision

———————— [ xviii ] ————————
la visión de harry
———————— [ xviii ] ————————

Briar se sentó en el sillón que acostumbraba, en la oficina de Dumbledore. Últimamente estaban teniendo muchas conversaciones, las cuales tenían que ver con la Orden y la misión que el director le había dado a la morena, pero también discutían sobre cosas sin importancia, manteniendo una conversación un poco más informal y tranquila. Aunque es este caso no era así.

—Bien Briar, hoy te daré los perfiles de los miembros de la Orden y verás con quien trabajarás codo con codo. Serán tu segunda familia. Tendrás que confiar en ellos ciegamente, porque también estarán para ti en los momentos más duros. Y eso también me incluye a mí—. le dijo Dumbledore con una calma espeluznante y la morena asintió, de acuerdo con lo que él director le decía.— A lo mejor hay algunos perfiles que te sorprenden. No sé si serán de buena o mala manera.

Briar frunció el ceño ante aquello último, mientras el hombre le tendía una funda gruesa, donde una gran pila de papeles estaban guardados. Abrió la carpeta y vio el primer perfil, el cual era de Dumbledore. Se sorprendió al ver que también estaba la información de su familia y todo los logros y títulos que había conseguido, los cuales ocupaban más de dos caras. Entrecerró los ojos cuando vio que Dumbledore había tenido hermanos, y que uno de ellos era Aberforth Dumbledore. Ese nombre le era muy conocido, hasta que recordó de qué era.

—¿Aberforth es su hermano?¿El dueño de Cabeza de Puerco?— preguntó Briar sorprendida, viendo también que él pertenecía a la Orden. Él le mandó una pequeña sonrisa de lado.

—Este viejo tiene muchos secretos guardados.

Briar decidió dejar a parte su perfil, ya que no necesitaba examinarlo en ese momento. Lo haría cuando tuviese un poco más de privacidad. Fue pasando algunos perfiles conocidos: Alastor Moody (alias Ojo Loco), Arthur Weasley, Molly Weasley, Nimphadora Tonks, Remus Lupin, Rubeus Hagrid, Kingsley Sacklebolt... Y otros que no conocía, como Dedalus Diggle, Arabella Figg, Elphias Doge o Emmeline Vance.

Y de repente, alguien que no se esperaba para nada, apareció entre los papeles. Su rostro estaba mucho más limpio y su pelo largo se veía más brillante que cuando ella le había visto en los carteles del Ministerio, buscándole para devolverle a Azkaban. Sus dientes ahora no estaban amarillos, y mostraba una sonrisa ladina, añadiendo una barba bien recortada alrededor de su boca.

La morena miró abrumada a su director, y él parecía de lo más calmado, mirándola sin ninguna expresión en el rostro.

—¿S-Sirius Black está en la Orden?— preguntó, sin querer mirar su información.— ¿Hay un asesino con nosotros?¡¿C-Cómo es posible?!¿Sabéis quién es y aún así le dejáis entrar? Este castillo ha estado infestado de dementores solo por él.