Hunger Of Revolution [ f.w, 1 ]

ix. hog's head

Este es largo, pero me encanta esta escena en el libro, un abrazo! :)

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cabeza de puerco
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Por fin había llegado el fin de semana, y eso significaba que había excursión a Hogsmeade. Como había dicho Indigo, ese día irían a Cabeza de Puerco para escuchar lo que Harry tendría que decir, y lo que les propondría.

Desde que Briar envió la carta a La Orden y ellos confirmaron su llegada, se sentía responsable de todos los alumnos del colegio. Era como si ahora dependieran de ella. Sabía que dentro del colegio estaban McGonagall, Snape y el propio Dumbledore, pero ninguno de ellos conocían lo que de verdad ocurría en los pasillos y en las conversaciones. La verdadera versión de los hechos.

Y en ese momento, asistir a esa reunión era su prioridad. Mientras ellos se jugaban una expulsión para detener a Umbridge, ella sentía que tenía que proteger a ese grupo para que esa profesora no les pillase y se metiesen en un gran lío. Se sentía obligada a estar allí para su vigilancia.

El grupo de amigos se metió en el carruaje después de ser registrados por Filch. El conserje había mirado a Briar con tal asco que el rostro de la chica se había contraído de lo desagradable que su cara se veía tan de cerca y con esa mueca. Estaba segura de que Umbridge le había informado de lo reciente. Incluso cabía la posibilidad de que él hubiese sido el chivato.

—¿Por qué Filch te ha mirado así?— preguntó Willow, haciendo que la atención fuese hacia ella.

—No tengo ni idea—. respondió, mintiendo ligeramente.

De ninguna manera podrían saber ellos que ahora pertenecía a una organización secreta. Por algo era secreta. Sin embargo, Briar sentía también que no era la indicada para ese puesto. Le faltaba muchísimo por aprender, e iba a luchar al lado de personas que llevaban años de experiencia, contra otras que manejaban la magia oscura a su placer. La inseguridad le había llenado en algunos momentos, pero luego recordó que ellos la habían escrito a ella específicamente, y eso significaba que no lo hacía tan mal.

Llegaron por fin a Hogsmeade y el grupo se bajó del carruaje junto todos los demás alumnos. Aquella masa enseguida se dispersó, repartiéndose por los distintos locales del lugar. El tiempo era frío y el suelo estaba cubierto de nieve, al igual que los techos de todos los edificios.

Briar subió más su bufanda de Ravenclaw, la cual caía ligeramente por encima de su abrigo beis, y empezaron a caminar por el pueblo. Por el rabillo del ojo vio cómo el famoso trío de quinto año ya se dirigía hacia aquel mugriento bar. Briar le dio un codazo a Indigo, para hacerla saber de que era hora de irse.

—Chicos, hoy vamos a ir con los Weasley—. les mintió Indigo.— Nos han dicho que querían enseñarnos algo y, aunque a mí me da un poco de miedo lo que puedan hacer, vamos a ir a ver qué quieren.