♡¿ᴘᴜᴇᴅᴇs ᴠᴏʟᴠᴇʀ ᴀ ᴀᴍᴀʀᴍᴇ?♡ [ⁱ. ⁱⁿᶜᵃ ˣ ⁱ. ᵉˢᵖᵃⁿ̃ᵒˡ]

Capítulo tres.

--- Mi rey --- se inclinó Barcelona enfrente mío. Al pararse me puso al día de todo lo que me había estado perdiendo en la base. --- Ha llegado un hombre, un indígena, al parecer con un mensaje.

Últimamente he estado prestándole más atención a mi trabajo con los pueblos indígenas, creo que puedo llegar a un acuerdo.

--- Hazlo pasar --- y es que todos estaban bajo las cadenas de un dictador por lo que decían, aquel falleció, pero no sin antes dejar a su heredero al trono. Su nombre es. . .demasiado curioso.

Al entrar en la habitación, un hombre cuyo aspecto era noble  por las prendas que usaba, no dio reverencia, frunciendo el ceño creí que era una broma de mal gusto.

--- kaek surg nalzmeg raru (Mi pueblo invitar fiesta) --- Levante mi ceño al descubrir que realmente era un indígena, aunque no le entendí bien. . .

--- traduce, Madrid --- el mencionado a mi derecha asintió. Sonreí mientras observaba con detalle tal individuo. No era como los otros indígenas.

--- Creo que nos está invitando --- ¿invitando? Pregunté de parte de quien era la invitación y que me de los detalles. --- De su Rey, al parecer --- Vaya. . .creo que llegó el momento de ver al líder de todo.

--- Acepta --- Cumpliendo mis órdenes Madrid aceptó la invitación, sería en una especie de iglesia, aquí es una "huaca" o templo para adorar a sus dioses falsos.

Creo que es momento de armar la emboscada. . .

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Nosotros llegamos, pero al parecer el gran rey Inca no. Tsk, que fastidio, llevo más de seis horas esperando.

--- ¡Agh! ¡¿Cuando va a llegar!? --- golpeé la mesa de maderal mientras me paraba y colocaba mis brazos detrás de mí espalda.

--- S-señor. --- vi como señaló la entrada del lugar. Volteé a ver lo que sería una gran Horda, a la cabeza iba un enorme altar que unos hombres de piel canela cargaban en sus hombros, detrás de ellos venía una multitud de la misma raza, todo era de oro puro, los objetos, las armas que cargaban los guardias, bello y brillante oro ...~

B-bien, me estoy volviendo loco. el hombre en medio de todo no se lograba visualizar, estaba bajo la estela de la sombra que ocasionaba el techo de aquel altar.

Al ser recostado el altar en el suelo, varias mujeres lo rodearon y de este salió un hombre. Su tez era violeta apagado y sin un solo rasguño en su piel tersa y musculatura voluntuosa su aura era fuerte y templada, transmitía auténtica firmeza, e incluso sus ojos transmitían seguridad en sí mismo.

Su cuerpo esbelto y levemente voluntuoso estaba cubierto de joyas y adornos de oro brillante, su bandera era muy singular, colorida. Separando los colores con franjas verticales.

— Nuk jakaj (saludos) — ¡Joder! Podría jurar que salte del susto, estaba tan concentrado que no noté que llegaba hacia mí, mis hombres se pusieron alerta al creer que me había echo algo.

— Oh, umm. . .buenas. — un poco de silencio, al parecer ambos esperabamos la reverencia del contrario. — Supongo que deberíamos comenzar a congeniar mutuamente. — mire a Madrid con la intención de que traduzca.

Aquel soberano me veía sonriente, demasiado para mi gusto, parecía agradarle, yo permanecía serio para no cambiar o hacer duda sobre mi clase social.

No pude evitarlo y baje la mirada a su abdomen, aquella estructura ósea era muy atrayente a la vista, solo tenía unas telas sostenidas por un cinturón pegados a sus caderas que cubrían su parte íntima, me sorprendió que estuviera semidesnudo dado que es un rey y debería ser el mejor vestido.

Entre tantas miradas, de pronto, se comenzó a reír, regrese la vista y fue cuando me tocó, sostuvo mis hombros , me alteré mucho, exclamó unas palabras alegremente:

“¡ksua noere gou gamen!”

No logré entender, Madrid frunció el ceño pues era el único que se había tomado su tiempo para aprender el idioma.

— Madrid. — mi mano derecha (la capital, Madrid) se acercó desde atrás para inclinar levemente la cabeza hacia mi cuello, para así poder oírme. — ¿Que acaba de decir? — me susurró unas palabras al oído.

“¡celebremos nuestra unión!”

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¿Que?

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