boyfriend; kian lawley (libro 1)

Capítulo 14

Kian’s POV

Caminé tras ella siguiéndole el paso. Esto no se quedaría así, a no ser que ella quiera que le parta la cara a su nuevo “amigo.” Traté varias veces de tomarle la mano, pero siempre la esquivaba, hasta que me cansé y apresuré el paso y me posicioné justo delante de ella, impidiéndole el paso.

—Muévete—me dijo, tratando de esquivarme.

—No, hasta que me escuches no te irás.

—¿Para qué quieres que te escuche? ¡Siempre sales con lo mismo! —me dijo dolida—¿Acaso te he dado razones para que desconfíes de mí?

—Confío en ti…

Ella soltó una risa incrédula y negó con la cabeza. —Claro que no confías en mí, Kian. Si lo hicieras, no estaríamos teniendo esta conversación. Eres un jodido bipolar, ¿sabes? —me dijo. Me sorprendí más de lo esperado, Dylan no es el tipo de chica que utiliza el lenguaje ofensivo. Y cuando lo hace, es porque está demasiado dolida o…, demasiado enojada. —Un día estás dulce y amable, pero a los segundos eres la última persona con la cual quiero estar.

—¡Pero sabes que no me gusta que te juntes con chicos!—tuve que alzar la voz para que dejara de hablar. Ella se me quedó mirando e inhaló aire por la nariz.

—¡Es que a ti no te gusta que me junte con nadie! He dejado de frecuentar con Taylor, porque a ti no te cae bien. ¡Sabiendo que es mi mejor amiga, joder! ¿Te das cuenta? Dejé de hablar con Sam porque te molestaba, ¿qué más quieres? ¿Que utilice un bozal para no hablar con nadie? ¡Para el show! —dijo Dylan realmente molesta. Mierda.

Todo lo que ella me decía era verdad, pero estaba tan cegado por los celos y la ira, que no entraba razón en mi cabeza. Y lo que hice a continuación, fue, es y será algo de lo que siempre me arrepentiré.

—¡Cállate de una puta vez! —grité con exasperación para luego levantar mi mano. Cuando quise detenerla, ya era demasiado tarde. Mi mano impactó en su mejilla derecha produciendo un sonido sordo. Su rostro se giró hacia la izquierda y no logré verlo gracias a su pelo que formó una cortina.

—Lo…, lo siento—le dije realmente en shock. Ella giró su cabeza y clavó su mirada en mi. Sus ojos estaban muy abiertos y cristalinos. Su mejilla, que antes era de un hermoso blanco pálido, ahora estaba rodeada por un rojo carmesí intenso.

—Juraste no volverlo a hacer—susurró por lo bajo sin despegar su mirada de la mía.

—Yo…, yo no quería—traté de acercarme pero se alejó instantáneamente—De verdad, no quise hacerlo.

—¡Pero lo hiciste! Escúchame bien, Kian Lawley, porque te lo diré una sola vez—a medida que hablaba, su voz se escuchaba cada vez más dura. —No quiero volver a verte. No quiero que me hables, no quiero que me mires, no quiero saber nada más de ti. Esto se acabó.

—Pero…— Traté de hablar, por me lo impidió.

—No quiero escucharte ni ahora, ni mañana, ni pasado. No quiero escucharte más. Terminamos.

Y dicho esto, por segunda vez se marchó. No me dejó solamente enojado, sino que enojado y dolorido.

Saliendo de mi trance, traté de buscarla con la mirada, pero ella ya se había ido. Decidido, fui a buscar mis cosas al salón. Realmente, no estaba de ánimos para seguir escuchando mierdas. Recogí cada una de mis pertenencias y me dirigí de nuevo a los casilleros para poder guardarlas, y ahí estaban mis amigos. Al verme, me sonrieron asintiendo con la cabeza, pero al ver mi rostro de poco amigos, sus sonrisas se desvanecieron al instante.