Capítulo 25 (Parte l)

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Dylan's POV

Hace unos momentos atrás, Trevor había entrado a su casa y fue recibido por Blake, su hermano mayor. Me destrozó el corazón al ver la escena, su hermano lo abrazó mientras hacía una mueca al ver a su pequeño hermano lleno de golpes y hematomas. Sonreí con tristeza y le devolví el saludo con la mano a Trevor. Sentía la obligación de llevarlo a su casa, ya que mi novio había causado todo esto y como él brilla por su ausencia, yo tengo que remediar todo. Bufé con cansancio y comencé a emprender mi camino a la casa de Kian. Él tendría que escucharme ahora, quiera o no, lo tendrá que hacer.

(...)

Mis manos temblaban al momento de tocar el timbre. Un nerviosismo corría por mi cuerpo que hacía que me estremeciera de escalofríos. Sabía que hoy tendría una nueva pelea con Kian, y aunque lo quiero evitar, esta situación la teníamos que arreglar hoy.

Estaba a punto de tocar por segunda vez el timbre, pero me vi interrumpida por una sonriente Isabelle, la hermana de Kian.

—¡Dylan! ¡Que sorpresa verte por aquí!—espetó ella al verme. Rodeó mi cuerpo con sus brazos en un abrazo—¿Cómo has estado?

—Muy bien, Izzi. Gracias por preguntar—me liberé de su abrazo y aclare mi garganta—¿Se encuentra Kian?

—Por supuesto, Dy. Está en su habitación—habló—Por favor, pasa. Yo voy de salida, pero siéntete como en tu casa.

—Vale—asentí con la cabeza mientras sonreía. Ella se despidió con un sonoro beso en mi mejilla y desapareció por la puerta de entrada.

Solté un suspiro de nerviosismo y comencé a caminar por el largo pasillo que me guiaba a las escaleras. La casa de Kian era tan grande que si no la conociera, podría decir que fácilmente me perdería en ella. La sala de estar estaba delicadamente decorada con adornos y ningún cuadro familiar, una mesita de cristal justo al centro entre varios sillones de cuero café. Y una grana lámpara colgaba desde el centro del techo, dándole a la sala una iluminación perfecta.

Comencé a subir las escaleras y me apoyé del barandal. Mis manos aún temblaban. Llegando a la planta alta, me detuve unos momentos a meditar a los pies de las escaleras, mirando hacia abajo deduciendo cual sería la mejor escapatoria en caso de que las cosas se tornaran feas.  Negando con la cabeza, caminé por el pasillo hasta llegar a la habitación de Kian. Me detuve justo en la puerta, y levanté mi mano aún temblorosa para golpear. Esperé unos minutos y nada. Ni siquiera un gruñido. No se escuchaba nada desde el interior.

—Kian...—titubeé mientras apoyaba mi puño en la puerta y daba leves golpecitos en esta. —Kian, soy yo, Dylan. Ábreme, ¿sí? —rodé mis ojos con exasperación al no tener ninguna respuesta de él. Bien, su hermana me había dicho que estaba aquí, así que se estaba haciendo el imbécil o simplemente no quería abrir la puerta.

Giré mi cuerpo y comencé a caminar a paso rápido escaleras abajo. Si él no quería abrir la puerta, eso no significaba que no íbamos a hablar. Situaciones drásticas, requieren soluciones drásticas. Abrí la puerta y salí para rodear la casa a grandes zancadas, Paré en seco justo debajo de la ventana de la habitación de Kian. Giré mi cabeza y en el porche de la casa Lawley se encontraba mi solución, una escalera.

Después de ir a buscar la escalera, la posicioné justo debajo de la ventana y me aseguré tres veces de que no se moviera o resbalaría. Cuando estuve completamente segura de que no pasaría nada, comencé a subir peldaño por peldaño hasta llegar a la cima. Con un poco de dificultad, abría la ventana e introduje una pierna primero, para después repetir la acción con la otra. Sonreí con satisfacción al darme cuenta de que mi misión había sido lograda.

boyfriend; kian lawley (libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora