Capítulo 15: Quirk anormal.

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-¡AAH! – Un grito desesperado. Podía correr más no esconderse. Largos e interminables pasillos que recorrió por más de cinco años. Usó una mano para no resbalar al doblar, dejando un rastro rojo en la pared- E-Esto... Esto no puede estar pasando... ¡Se supone que...! – Pensó en aquel que lo había llevado a tal punto, correr como una rata en un laberinto, como lo hizo con muchos de sus "preciosos" sujetos.

Cada experimento, uno más atroz que otro, su larga carrera como científico no era más que un camino de sangre y sufrimiento. Con cada compuerta que pasaba, recordaba lo que hizo, sus pecados, ya sea animales o humanos, muertos o vivos, niños o adultos, experimento con quien sea para saciar su hambre de conocimiento, sin importarle nada, haciendo a un lado la moral... Buscar el origen del Quirk sólo era un peldaño más.

-¡Se supone que eras uno más... Una rata más de mi laboratorio" – Llegó al final, presionó los números en el panel de control, dejando huellas de sangre, sangre de aquellos que se sacrificaron para proteger a un cobarde. Mientras más temblaba y volteaba a ver el corredor, más errores cometía, sólo estaba retrasando lo inevitable -¡¿Uh?!

Las luces comenzaron a parpadear, al ritmo de un sonido agudo y bizarro, como sí alguien estuviera arrastrando una espada.

-¡¿Hm?! – El cuerpo del profesor comenzó a temblar, sudó frío, lo llamaban, "él" lo estaba llamando.

-¿Dónde está?... ¿Dónde lo esconden? – Su voz era distorsionada y aterradora, su apariencia aún más. Un monstruo de armadura viviente, como si todos los males del mundo se hubieran unido para darle forma. Mientras se hacía paso por los desolados pasillos, la punta de su cuchilla se arrastraba, dejando una línea roja adornada con gotas carmesí – Profesor... ya debería saberlo... No hay nada que puedan esconder de mí.

-¡Ghy!- Chilló al imaginarlo, una sombra rodeándolo por completo, sus garras presionando su cuerpo hasta reducirlo a una masa de carne y sangre- ¡Esto no está pasando! ¡No quiero morir! ¡No voy a morir! - Presionó más rápido, el tablero se iluminó en verde, la gran compuerta comenzó a abrirse de par en par.

-Peligro, reactor en funcionamiento, peligro.

La alama comenzó a sonar. Lentamente, la bóveda se fue cerrando, el profesor se arrastró hasta el centro, pegando su espalda a los computadores, la enorme batería del lugar, un enorme cilindro de cristal, azul y brillante, la base de metal, varios computadores para manipular su funcionamiento. Los trajes amarillos a los lados, indicaban que uno no podía acercarse descuidadamente, había un protocolo, que el científico ignoró al verse acorralado.

-Oh... Ahí está- Una cuchilla y una garra se interpusieron al cierre. El científico entró en pánico, si antes creía que estaba perdido, ahora no lo estaba, ya que había llegado a su destino, o más bien, su destino había llegado a él- Así que aquí se esconde- Dijo, una vez que las puertas se abrieron, para después volverse a cerrar a su espalda, se acercó al asustado científico, este temblaba, sus gafas se rompieron al caer.

-¡Aléjate! – Gritó, los pasos marcados del monstruo no se detuvieron. Chilló una vez más, al verlo levantar esa cuchilla, como si el mismísimo dios de la muerte viniera a reclamar su alma.

-He tomado incontables vidas- Profirió el monstruo- Destruí el lugar que consideraba mi hogar, engañe y traicione a aquellos a los que considere mis amigos... - Con un último paso, la distancia con el científico se redujo a cero, lo tomó del cuello. Sho no pudo hacer otra cosa más que mojarse los pantalones y verse reflejado en la coraza oscura- Y perdí lo que más amaba en este mundo– Una voz de ultratumba teñida en tristeza.

El único (Boku no hero academia)Where stories live. Discover now