Soft kitty

#4

- ¿Cuál fue su inspiración para la coreografía?- preguntó una noche Kun, recostado en medio del sofá, acompañado de Sicheng y Ten.

Alfa le miró, con sus ojos soñadores y respondió:

-Ten-ge me contó que deseaba contarle un cuento a nuestras fans.

El omega se movió de su lugar y se sentó a un lado de Kun, invitándolo a recostar su cabeza sobre sus rodillas. El beta se guió por el toque suave su compañero y cerró los ojos.

- Siempre envidié la facilidad que tenían algunos para crear lazos- comenzó despacio, arrastrando perezosamente sus dedos por el cabello de Kun-. Mi mamá es una pantera, mi padre es un leopardo. Mamá nos crio sola, a mí y a mis hermanos, y siempre nos contaba historias de amor, donde los animales no existían en el interior de las personas. En esas historias siempre había un final feliz. Comprendí desde pequeño que solo podría ser feliz si aprendía a retener a mi felino interior,

>>Cuando llegué a la SM, encontré lo que siempre soñé. Taeyong parecía adoptarnos a todos a la vez, como si fuéramos parte de algo mucho más grande y más profundo. Creí que si me mantenía racional ante todo, podría finalmente encontrar mi lugar a su lado. Sin embargo, aún cuando en mi mente estábamos bien, surgió entre ellos algo que estaba fuera de mi alcance: Taeyong se vinculó con Johnny, de la misma manera que luego lo hizo con Taeil. En ese momento comprendí que no pertenecía allí, incluso aún cuando yo hubiera aceptado seguir adelante, aquella barrera no podía ser destruida. Decidí que mi otra parte debía ser encerrada para siempre, que no traería nada bueno a mi vida.

>>Siempre pensé en eso como algo negativo, sangriento. Eso había roto todo lo bueno que podría llegar a tener mi vida, primero mi familia, luego mi carrera. Cuando WayV se confirmó, yo ya había perdido toda mi esperanza de construir algo. Yo era dos personas totalmente diferentes, irreconciliables. Ustedes me enseñaron que eso es tan mío como el resto de mi, y que la única forma de amar era aquella donde mi eso compartía sentimientos con mi yo.

>> Cuando nos dieron la oportunidad de hacer nuestra propia coreografía, pensé mucho en eso. Posiblemente sin Winwinnie hubiera evitado el tema. Nunca supe cómo poner en palabras todo lo que sentía, pero tal parece que bailar es algo más natural en mí. Sólo intenté contar mi historia con el amor, un historia rara, donde no fue sino hasta el final que descubrí que solo podía ser feliz reconciliando mi eso con mi yo.

Kun sonrió, sus ojos picaban levemente y se sentía estúpido por estar tan cansado y sensible. Guardaron silencio unos segundos, en paz. El departamento solía sentirse demasiado grande cuando los más pequeños salían a hacer recados y últimamente, ya que Lucas tenía una agenda demasiado apretada, pocos eran los momentos que podían estar todos juntos. Ten sonrió y Winwin se recostó sobre el estómago del beta.

-Ustedes son increíbles- susurró el mayor del grupo, mientras sus ojos permanecían cerrados-, justo cuando comienzo a olvidar que soy solo un gato domestico, ustedes quieren hacerme llorar como a un cachorro. No es justo.

Ten apretó sus mejillas con cariño. WinWin se hizo lugar entre su ropa y enterró la nariz en su estomago. Kun rió con dificultad, con Ten sosteniendo su cara en una mueca rara. Quiso enojarse, mosquearse por unos segundos, pero en ese instante vio un reflejo del eso en Ten. Algo momentáneo y fugaz, pero le observó con el mismo cariño con el que el omega le miraba diario.

Entonces, Kun rió con fuerzas, con su estomago lleno de mariposas, y saliva de Winwin. Allí, rodeado de personas que nunca creyó que podía llegar a conocer, estaba construyendo aquello que su madre tanto le había deseado: un hogar.