21: Un verano ¿en paz?

10 1 0
                                    

- Nick - me despierta la voz de Mau - ¡Nick!

- ¿Qué pasa hombre? - lo miro

- ¿Cuándo se suponía que debía llegar mamá? - me pregunta desde el umbral

- Mañana, ¿por qué?

- Es que, ya llegó

- ¿Qué? - me levanto de golpe

- Sí, acaba de llegar hace como unos 20 minutos

- Y esperaste hasta para levantarme Maurice

- Lo siento, pero ella fue quien me echo plática

Me pongo una bata para bajar, y bajo con Maurice. Llegamos a la sala y ahí está Jenny, una semana sin ella, bueno un día menos, pero ahí estaba. Se me acerco para abrazarme, pero no me imaginaba que estuviera ahí, aunque fueron 6 días, para mí fue una eternidad. La abraza y todas las preocupaciones se fueron.

- Ay Nick, - me dice - parece que no me has visto desde hace 5 años

- Casi - le susurro y la dejo de abrazar

- Bueno, Mau, vete a cambiar que vamos a ir a desayunar

- ¿Los tres? - le pregunto y ella de ríe

- Pues sí, ¿Quién más? - me da una palmada en el hombro - Y tú también, pero báñate antes - y se sube

Me quedo paralizado, la verdad no tengo idea de porque. Me doy media vuelta y regreso hacia las escaleras, me meto a bañar, ya saben que pasa, salgo me visto. Salimos de la casa, nos subimos al coche, y emprendimos el camino.

Hoy noté que Jenny regreso más feliz que cómo se fue hace una semana. Y obviamente no tuve la resistencia para no preguntarle qué que pasaba.

- Oye, cariño, ¿todo bien? - le digo sin importar que Mau estuviera atrás

- Sí, ¿sucede algo? - me mira

- No, no, todo está bien, sólo era una pregunta

- Está bien - seguimos como si nada

Al llegar al restaurante, espero a que Maurice se baje del coche y que se vaya a reservar lugar. Pongo mi brazo para evitar que Jenny salga del coche, a lo cuál ella responde calmada.

- ¿Nick, todo está bien?

- Sí, sólo es que... - suspiró - Es que hoy llegaste muy feliz

- Sí, y la verdad no veo el mayor inconveniente para no estarlo

- Sí, ya sé, pero es que, cuando te fuiste no ibas tan feliz

- Ah, y quieres saber que pasó en Mont.... - calla de pronto y me mira nerviosa - Boston - me suelta una sonrisa fingida y yo comienzo a dudar

- Jenny, ¿A dónde fuiste realmente?

- Ya te dije que a Boston, de hecho ya lo sabías

- Sí ya lo sabía, pero ¿por qué ibas a decir otra cosa?

- Por nada - la miro por un tiempo y dejo que se baje del auto

Bajo en seguida de ella y entramos al restaurante. Es muy lujoso y novedoso, y aparte muy iluminado y limpio, tan limpio que si ves hacia el piso, te puedes ver a ti mismo. Llegamos a la mesa y nos sentamos Jenny y yo, Maurice ya nos esperaba.

- ¿Ya pediste algo cariño? - le pregunta Jenny a Mau

- No, apenas me voy sentando. Ya están sus menús ahí.

Tomamos nuestros menús, y observo que Jenny se tapa la cara con el menú, como si intentara tapar su vergüenza. Miro un poco a Jenny y me preguntó que estará pensando atrás de esa carta, llena de platillos comunes y exóticos.

- Buenos días, mi nombre es Eli y estaré a sus órdenes, ¿que van a pedir el día de hoy? - me interrumpe la voz de la mesera

- Ah, si buenos días, yo voy a querer, unos huevos estrellados con tocino, y un jugo de naranja - le digo y volteo otra vez a Jenny, quién ya bajo un poco la carta

Jenny y Maurice terminan de pedir, la mesera se va y entonces entramos en un silencio incómodo.

- ¿Y qué tal Boston, mamá? - pregunta Mau y Jenny tira su tenedor al plato

- Bien - me mira como si estuviera ocultando algo - ¿Y qué tal la escuela Mau, me imagino que no hiciste nada malo mientras no estaba?

- No ma, no hice nada malo

- Me alegra oír eso

Unos minutos después llegaron con la comida, la cuál comimos rápidamente por alguna extraña razón. No hicimos sobremesa, aún más raro de nosotros, que siempre hacíamos, en fin, nos subimos al auto ya para irnos de regreso a la casa.

Emprendemos el camino en silencio, a lo que Jenny prende el radio para ver si hay una canción que pueda matar el silencio.

Afortunadamente si encontró una, no se de cuál se trata, pero aún así no me quito la idea de que Jenny oculta algo.

Al llegar a la casa Mau se baja rápido a lo que yo aprovecho para hablar con ella.

- Jenny, cariño, por favor dime qué está pasando - sostengo fuerte el volante para controlar mi enojo y angustia y entonces la miro

- Dime Jenny, aunque sea algo malo me tienes que decir - ella no me quiere ver - Cariño, sé que han sido unas semanas difíciles, descubriste mi... secreto... y al día siguiente te fuiste, y ahora regresas feliz y sin hablarme. Necesito que me digas que sucede contigo

La miro más de cerca pero sigo sin obtener alguna respuesta, o al menos una mirada suya.

Regreso a mi lugar decepcionado, sin respuesta, y en eso Jenny voltea llorando.

- Quiero el divorcio - y esa baja del auto

Me quedo estático en mi asiento sin siquiera mover algún músculo. Nada. Me mantengo firme ante el volante, el cuál sostengo con mucha presión, mientras sale una lágrima por mi ojo derecho y baja poco a poco hasta terminar en mi barbilla y caer en mi pantalón.

Me limpio aquella repugnante lágrima y respiro hondo. La vida me ha destruido tal como lo ha hecho con la demás gente a lo largo de la historia. En estos momentos me gustaría tener alguien de mi lado para apoyarme, pero ya no tenía a Kevin, y mucho menos a Jenny, y bueno estaba de sobra la Sra. Pierce, pero la verdad no tengo ganas de hablar sobre este tema con ella.

Salgo del coche y miro hacia la casa, miro el coche y después mis pies, y al final miro al cielo, pero no obtengo nada, o algún pellizco que me despierte de este terrible sueño.

No quiero entrar a mi casa, sólo quiero llorar, agobiarme en mi sufrimiento y pensar en lo que vendrá después. Y sin pensar digo

- Quiero a mi mamá - como si fuera un niño necesitado

Nick y Kevin 2: Aquí Vamos Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora