Yo no he visto nada

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*Narra Ámbar*

Estaba Nolan disminuyendo sus embestidas, pero seguía dentro de mi, moviéndose lentamente, un muy buen polvo con este chico, el segundo chico que toca mi cuerpo, me ha encantado, al diablo con Randy. De repente sentimos la puerta abrirse y cerrarse, dejando ver a Randy y a marina besándose dentro de la habitación color carmesí; una ola la de miedo entró en mi cuerpo y estaba paralizada al igual que el chico que estaba encima mío, luego de unos segundos voltearon a vernos, fue hay entonces donde se percataron de que no estaban solo, valla esceba...

-emm...mm.. Y esto?- tartamudo Randy.

-Podemos explicarlo- dijimos Nolan y yo cortadamente. Randy parecía pensar, mientras que el miedo de que se armara la 3ra guerra comenzaba a invadir mi cuerpo, intentaba hablar pero volvia a pensar y cada vez miraba mas pensativo a Nolan y a Marina -No fue...- aquella frase que mencionaría fue interrumpida.

-¡Al diablo, hagamos una orgía!- esto me dejo totalmente sorprendida...

*Narra Julio*

Luego algunos 15 minutos, ya estábamos dirigiéndonos a mi casa, estaba cansado, pero no me importaba, samantha iba soñolienta en el asiento del copiloto de mi auto, se veía tan tierna recostada en el asiento, pase una mano por su pierna, la miré ella hizo lo mismo y sonreímos al mismo tiempo.

Cuando llegamos a la casa, entramos y habían ruidos extraños provenientes de la segunda planta, Julio tomo mi mano y saco de su bolsillo una pistola, me miró, yo asentí y subimos, era imposible que estos flojonasos estuvieran despiertos a esta hora, es muy tarde, los ruidos son provenientes de la habitación del fondo y se pueden escuchar "¿gemidos?", Julio y yo caminamos por el pasillo hacia la puerta, al abrirla, mis ojos se habren como platós.

-Yo no he visto nada- menciona Samantha, mientras yo cierro la puerta -Ok, estoy traumada...

-Tranquila, nena estos son unos demonios- dije riendome.

Caminamos hacía mi habitación, Samantha dormiría con migo esta y todas las noches de su vida. Nos recostamos en  la cama, aun se escuchaban gemidos de placer, pero no le dimos importancia, poco a poco fui cerrando los ojos debido al que el sueño me consumía.

*Point of view (pov) Narrador*

Daba risa la escena de los 4 amigos teniendo sexo, pero era una realidad, Julio y Samantha estaban nuevamente juntos y sobre todo felices, pero algo no sabían ellos, y es que los Goldied están buscándolos muy cerca de donde ellos están, muy cerca de encontrarlos, por suerte la casa cuenta con una seguridad máxima, bastante segura.

Tenían que planear una derrota para los Goldied, es un reto bastante difícil pero según ellos harán todo lo posible.

*Narra Randy*

-Bien solo hay que saber donde están.

-Pero ¿con cuantos hombres contamos?

- con algunos 150.

- es perfecto.

-si bastante.

-Hay que pedir un par de granadas.

-¿Solo un par?

-Obvio que no necesitaremos muchas si tenemos tantos rifles como has mencionado.

-Aparte hay muchas metralletas, esto irá en grande Randy.

-si lo veo, entonces ¿comenzamos en 1 semana?

-Claro no hay duda.

Julio y yo conversábamos sobre que haríamos para atrapar a Roman y como acabaríamos con su maldita mafia, estábamos preparándonos para el gran día las chicas estaban desesperadas, practicaban su puntería aun siendo excelente, quería Samantha dar el tiro mayor, aquel que derrotara al jefe de la mafia de luchadores dorados Goldied, pero eso lo veríamos en la acción, en cuanto estemos matando a cada uno de los hombres de Roman

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