Doce.

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 No es justo que sea hora de dormir y tenga que ir a hacer guardia.

Su celular vibró con la llegada de un mensaje de parte de "Paul J". Con cuidado de que la mascarilla hidrante que ella y Kim se habían colocado hace unos minutos no se cayera, tecleó una respuesta.

Y no es justo para ti tampoco que en el proceso tengas que soportar a Jared. Buena suerte con eso. Le respondió.

— ¿Tú crees que este color si me queda bien? —le preguntó Kim levantando su mano derecha en la zona frente a sus ojos.

Luego de la cena en dónde su padre había quedado más que encantado con la "novia de Jared que realmente llevará los pantalones de la relación", el adulto se retiró a dormir en su habitación ya que había trabajado más de la cuenta esa día. Entre risas y comentarios agradables, los mellizos Cameron y Kim limpiaron los platos y subieron a sus habitaciones. Por decisión en conjunto de Genesis y Jared, ya que éste último tendría que hacer guardia por órdenes de Sam, ambas chicas dedicarían su noche a tener una "noche de chicas" ya que el padre de los adolescentes era realmente flexible a la hora de permitir que Kim se quedara en la casa, siempre y cuando durmiera con Génesis.

Luego de ambas chicas cambiarse y de que Kim se haya despedido de Jared, se cambiaron ambas por unos pijamas de pantalones largos en conjunto con unos buzos grandes para mayor comodidad. Se habían encargado de hacerse una limpieza de cutis en el rostro sumado a unas mascarillas de hidratación. Kim se hallaba en esos momentos pintándose las uñas de las manos de un color rojo bordo, luego de haber tardado quince minutos para elegir el color de la caja de maquillajes de Génesis.

— Si, Kimie, me gusta tu bronceado con ese color. Se ve bien. —respondió Genesis, mientras tenía la pierna izquierda doblada hacia adentro para poder pintarse las uñas de los pies de color negro.

Ni me lo recuerdes. Su mente llena de Kim es insoportable durante toda la guardia. Nuevamente vibró su celular.

— Ven Kim —Génesis se acostó al lado de Kim, recostando su cabeza en su hombro derecho. Alzó su teléfono a la altura de sus rostros: —Sonríe. —Kim sonrió alzando su mano, enseñando a la cámara sus uñas recientemente pintadas mientras ambas lucían muy cómicas con las mascarillas faciales y el cabello atados en moños desordenados. El sonido de la cámara se escuchó al capturar el momento.

Acá estoy con la Kim de Jared. Te mando esta foto con Kimie y Gen de la suerte para que tu guardia sea más leve. Adjuntó la foto a su conversación con Paul.

— ¿A quién le envías la foto? —Kim se asomó sobre su hombro derecho masticando una gomita en forma de diente. — ¡No me digas que a Paul!

— ¿Qué tiene de malo que fuese a Paul? —se extrañó Génesis volteando a mirarla.

— Es intimidante —confesó la castaña.

Genesis rodó los ojos. — ¿Qué película veremos al final?

— Destino final.

La noche pasó entre mascarillas y cuidados faciales, esmaltes, películas y chucherías para comer. Sin quererlo su lazo haciéndose más fuerte a través de cada risa y secreto compartido durante esa pijamada.

Ese día llovió toda la mañana y el sonido de las gotas cayendo en las ventanas le complicaba la idea de mantenerse despierta durante la clase de Historia en la escuela. La noche con Kim fue divertida y risueña, lo que no fue divertido fue levantarse para ir al instituto. Ambas se quedaron dormidas y tuvieron que, literalmente, salir corriendo. La primera media hora la perdieron y ambas se ganaron un regaño del profesor Vega. Y estaban por ganarse otro si no se despertaban de manera urgente.

Sempiterno.   → paul lahote (en edición).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora