Tomás.
—eu, me imagino que sabes bailar cuarteto, ¿no?—preguntó Jamilah mirándome mientras reía.
—obvio mami.—hice una cara de ganador ahre.
—bueno, entonces preparate.—me guiño un ojo y después se acercó a un pibe que estaba poniendo música en los parlantes.
empezó a sonar "ocho cuarenta" temón del rey, Rodrigo.
—esaaaa, temazo.—le grité para que me escuche.
—más vale que lo bailes todo eh.—se acomodó la pollera y me agarró de las manos.
empezamos a bailar y creo que nunca me había cagado tanto de risa, casi me hago pis.
aunque en realidad, casi me hago pis porque estaba bailando, ojo, no cualquier cosa, con el amor de mi vida.
terminó la canción y por alguna extraña razón se acercó y me abrazó mientras que reía.
le correspondí el abrazo, pasando mis manos por su cintura.
llevó sus manos a mi pelo y lo acarició.
—¿te gusta mi pelo?—pregunté sonriendo, aunque ella no podía verme.
—me encanta.
—a mi me encantas vos.—solté y ella rió.
se separó y fruncí el ceño, ya veo que cagué todo.
—¿qué hice?—pregunté confundido.
—nada, me das ternura.—sonrió.
solo me limité a hacer lo mismo, sonreir. pero por dentro, me la estaba re chapando.
—¿en qué pensas?
—¿eh? en nada.—reí nervioso.
—mmm, bueno.—miró la barra.—¿tomamos algo?—asentí con la cabeza y nos dirigimos hasta ahí.
nos sirvieron unos tragos y nos fuimos a sentar a unos sillones.
me senté y no sé, pensé que Jam iba a sentarse al lado mío o al frente, pero se sentó en mis piernas.
la miré confundido pero sin embargo tenía una re sonrisa.
—¿te molesta?—preguntó.—si te molesta no pasa nada, me siento a...—se estaba parando pero la agarré de la cintura y se sentó de nuevo, solo que ahora bastante cerca de la de boquita, mi pija ahre.
mordí mi labio y Jamilah soltó una risita.
—forra.—le dije cerca de su oído.
[...]
pasó como media hora y ella seguía haciendo jueguitos así, no me estaba gustando.
bah, si, pero sabía que solo lo hacía para joder y después me iba a quedar con las ganas.
—basta.—solté y tiré mi cabeza para atrás, cerrando los ojos.
—¿por qué? ¿no te gusta?—preguntó divertida.
—si, pero sos tan forra que vas a calentar la pava y no vas a tomar el mate.—volví mi cabeza a donde estaba antes, pero ahora estaba a unos centímetros de la boca de Jamilah.
no pude evitar mirarle los labios, y, que ganas de probarlos tenía.
—perdón por joderte Tomi, algún día te lo voy a compensar.—dejó un beso en la comisura de mis labios y se levantó.
que hija de puta.
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eaAaaa