finn's twin sister. - glee x lectora.

Acafellas. 3

–Cinco, seis, siete y ocho.– El piano empezó a sonar mientras el Sr. Schue nos guiaba en una coreografía un tanto desarreglada.

Se me hacía un poco difícil concentrarme con Santana en la habitación, sobretodo porque en dadas ocasiones se giraba a sonreirme en su típica manera para hacer caer a alguien a sus pies, y le funcionaba. Si Puck estuviera aquí, se estaría burlando de mí todo el tiempo.

–¿Podemos parar, por favor?.– Rachel nos desconcentró a todos, aunque algunos (como Quinn) no estaban siguiendo la coreografía.

–No tienes que pedir permiso para ir al baño, Rachel. Solo ve y ya.– El Sr. Schuester se sacó la situación de encima y volvió a intentar hacernos seguir ensayando.

–No es mi vejiga, es la coreografía.– Berry dijo mientras miraba a Quinn de una forma sumisa. Me apoyé en Kurt para ver la situación mejor.

–¿Qué ocurre con la coreografía?.– Nuestro maestro se veía atónito, sabía como de confianza tenía él en sus propias habilidades musicales así que esto probablemente le estaba doliendo.

–Nunca venceremos a Vocal Adrenaline con estos pasos. Usted sabe mucho de canto, pero no es un coreografo.– Todos se sorprendieron y yo solté un pequeño 'uh' para avivar la situación, recibí un golpe en la espalda de Mercedes a cambio.– Eso es lo necesario para ser los mejores, Sr Schue. Necesitamos a Dakota.

–El que haga coreografías, no significa que baile.– Vi a mi hermano asentir efusivamente a la frase del profesor.

–¿Usted ha bailado en vivo, Sr Schuester?. Al salir de la escuela, ¿Acaso lo intentó?.– Quería callar de una vez a Fabray, sabía que estaba diciendo eso para lastimar su orgullo.

La campana tocó y la disputa quedó inconclusa. Me fui al lado de Kurt, aunque antes de salir del salón recibí un guiño de Santana, me tenía mal.

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–Hey.– Saludé a Puckerman mientras me sentaba a su lado en las bancas de la cancha.

–¿Como están las cosas en el club de gays?. Ahora que está la Unholy Trinity, supongo que mejores.– Puck sonrió de solo mencionar el nombre de las dos rubias y la morena. Eran las que mandaban en esta escuela, y sin duda eran perseguidas por todos los chicos.

–Santana y Brittany son diosas, pero no puedo pasar a Fabray.– Su vista se iluminó de a poco al escuchar el nombre de la rubia.

–Por favor, es la mejor de las tres.– Él levantó las cejas sugestivamente y le pegué en el hombro.

–A diferencia de ti, no pienso con lo de abajo. Y admito que es hermosa, pero su personalidad es un asco, está podrida por dentro.– Fruncí el seño en recuerdo de todas las desafortunadas conversaciones que había compartido con la abeja reina. Lo controladora que era sobre mi hermano, y todas las cosas que lo había obligado a hacer.

–Solo lo dices porque es la novia de tu gemelito, si no, seguro que estarías babeando por ella a que por Santana.– Me miró divertido y yo hice un gesto de asco.

–Quizás lo primero que dijiste es verdad, pero aún si no hubiera jamás estado con Finn, nunca le habría echado un ojo.– Negué con la cabeza fuertemente y Puck nuevamente río. Me pasó la lata que había estado sosteniendo en su mano y lo miré confundida.– ¿Qué es?.

–Bella, es hora de que madures un poco más.– Me sonrió y ya sabía a lo que se refería.– Un poco de cerveza no hace mal antes de volver a entrar a clases.