Entre el odio y el amor (Dylan O'Brien y tú)

Capítulo 9

Comenzamos a andar hacia el parque. Era de noche, y hacía frío, pero nos daba igual, solo queríamos un sitio íntimo. Al llegar me subió a su espalda y empezó a correr en círculos hasta que nos caímos sobre la arena. Nos empezamos a reír como idiotas y de pronto nuestros ojos se encontraron. Acarició mi mejilla con su mano y me besó dulcemente. Iba a contestarle pero empezó a sonar una alarma.

-Eh, Dylan, no oyes eso?

Pero fue la voz de mi madre la que contestó:

-Claro que lo oigo dormilona, es tu despertador. Anda levántate ya. Y soy tu madre, no tu novio -añadió riéndose mientras se marchaba de mi habitación. Qué acaba de pasar? He soñado con Dylan que éramos novios de verdad. Ay dios, creo que tendré que ir al psicólogo o algo...

Me preparé para ir al colegio y, esta vez sí, mandé un mensaje a Dylan: "No vengas a recogerme" "Quiero ir andando hoy" Pero al salir de casa le vi ahí, con su chaqueta sexy y su pelo castaño precioso, mirándome con una sonrisa. Salí de casa y me abrió la puerta de su coche. Me metí riéndome y el hizo lo mismo.

-Hoy te vienes a mi casa?

-Para el trabajo de lengua? Vale.

-Si quieres podemos ir andando juntos directamente desde el instituto

-Vale, buena idea

Salimos y nos dirigimos a clase. Aunque ese día tuviese dos exámenes, estaba feliz, no sabía muy bien porque. Al terminar las clases, me lo encontré esperándome apoyado en su coche, como siempre. Llegué casi con ansias.

-Hola,____nos vamos ya?

-Sí, sí.

Entre en su coche y empezó a conducir.

Subimos a su casa y me senté en su cama.

-Hoy te toca escribir a ti-dije divertida

-Está bien-se rió y se sentó en el ordenador, ya encendido.

Después de varias horas, terminamos lo que habíamos planeado hacer ese día.

-Bueno...pues ya está...-dije algo apenada- No me apetece irme a mi casa...

-Pues no te vayas. Quiero decir...-eso ha sido un sonrojo?- puedes quedarte un rato si quieres... Podríamos hablar de algo... Así nos conocemos un poco más.

Le sonreí y le deje un trozo de su propia cama para que se sentase. Él se acercó y me preguntó acerca de mi familia y así comenzó nuestra charla, que aunque duró dos horas, para mi fue como un suspiro.

Aquí esta el siguiente! Espero que os guste, he tardado un par de días en hacerlo . Me encanta que haya nuevas lectoras, y ya sabéis, votad y comentad, me anima a seguir escribiendo.