Entre el odio y el amor (Dylan O'Brien y tú)

Capítulo 17

Llegué a casa empapada. A mitad de camino de había puesto a llover, y yo ni llevaba paraguas. Corrí hacia la puerta, y se abrió directamente, descubriendo a mi madre con cara preocupada.

-Vamos! Entra, que está diluviando!

Hice lo que me dijo y me sequé como pude el pelo y la ropa. Me tuve que cambiar, pero no tarde mucho. A los diez minutos, salimos al garaje y nos marchamos al sitio de la vigilancia.

Al llegar nos tuvimos que dar prisa en rellenar todos los papeles, habíamos ido muy tarde y casi cerraban.

-_______, tienes que firmar esto. ________?

-Eh? Ah...sí, el qué?

-Vamos, hija, sé que ahora estás mal, pero tienes que centrarte un momento. Vas a tener una semana entera para ti sola!

-Cinco días-recalqué.

-Bueno, pues eso. Venga, firma estos papeles y ya nos vamos. -Los firmé a desgana, sin ni siquiera saber de que trataban. Podía estar aceptando no salir de casa en un mes que ni me enteraría.

-Ya.-en cuanto terminé nos fuimos a casa.

Me senté en mi cama, viendo las horas pasar, sin ganas de hacer nada. Sentía un vacío interior, pero no podía hacer nada por ello. Me puse a ver una película y no me enteré de nada; estuve un tiempo con el móvil, y al final me encontré con el chat abierto con Dylan en la pantalla; me fui a preparar la merienda y acabé pensando en cómo le gustarían a Dylan los crêpes, dulces o salados. Desistí completamente, y opté por echarme una siesta, con el ruido de fondo de las maletas de mis padres subiendo y bajando escaleras. Pero creo que eso tampoco fue una buena idea.

Estaba en una sala llena de espejos, como rodeándome, en cada uno de ellos se veía una escena diferente. Me acerqué a uno y me di cuenta de que se trataba, era un flashback.

"Mientras tomaba una madalena miré por la ventana y, efectivamente, Dylan estaba ahí. A decir verdad, desde aquí se le veía bastante bien, que digo bien, estaba muy sexy con esa cazadora negra y el pelo castaño de manera que parecía perfectamente alborotado. Se apoyaba en su coche mirando de frente a mi casa con los brazos cruzados esperándome."

La imagen proyectada se borró, difuminándose en millones de lineas borrosas, hasta no poder distinguir nada. Me giré al espejo de al lado, y observé su correspondiente escena.

"Al salir de casa le vi ahí, con su chaqueta sexy y su pelo castaño precioso, mirándome con una sonrisa. Salí de casa y me abrió la puerta de su coche. Me metí riéndome y el hizo lo mismo."

Volvió a ocurrir lo mismo con la imagen de este espejo, y al volverme al siguiente me sorprendí por lo que vi, no me acordaba de que hubiese pasado así.