Capítulo 22

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Lydia se colocó el vestido y me miró furiosa. En cierto modo lo entendía, la exnovia de su actual novio se había ido a patinar al mismo sitio que ella y su amigo la había aplastado contra el hielo, todo eso sin contar con cómo me miraba Dylan. Aparté la mirada, mis mejillas iban a explotar como siguiese así. Y lo peor es que no sabía por qué me ocurría. Se supone que yo odiaba a Dylan, y este a mí. Entonces, ¿por qué sentía mariposas en el estómago cuando me miraba? Y lo más importante, ¿por qué me miraba así? Todo era muy confuso.

-Lo siento mucho-Tyler se disculpó por quinta vez y me arrastró hasta la otra punta de la pista.-¿Qué narices a pasado ahí?- su tono tenía una mezcla de sorpresa, ilusión y a la vez indignación.

-¡Lo siento, de verdad! Pensaba que te podías apañar tú sólo, no sabía que...

-Sabes que no me refiero a eso, sino a lo de Dylan- mierda, mis mejillas- ¿Habéis vuelto? ¿Te sigue gustando? ¿Tú le gustas a él?

-¡Espera, Tyler, espera! Demasiadas preguntas me agobian. Pues... No...no lo sé, no lo creo. -y una vez dicho eso, que mas que aclarar, creo que le dejo más confundido, me puse a patinar, que es a lo que había ido desde el principio.

Vi que me alcanzaba como podía medio patinando, medio arrastrándose por la barra de la pista. Y pensar que estaba yendo lo más despacio posible. Me giré hacia atrás y contuve una risita malvada. De verdad que a Tyler se le daba fatal patinar. 

-¡Oye! Ven aquí, anda, que sabes yo no puedo- se rió por su propia velocidad y gritó mi nombre.- ¿Eso ha sido una respuesta verdadera?

Me quedé mirándola pensativa. Buena pregunta. La verdad es que no sabía nada. Me giré disimuladamente y vi cómo Dylan apartaba la mirada de mí. 

-Supongo. No lo sé. Es tarde, Tyler, me voy a casa, no quiero que mi hermana esté mucho tiempo sola.

Nos quitamos los patines y nos despedimos. Le pedí disculpas, me sentía algo mal, ya que la dejaba en cierto modo "plantado", pero quería irme ya.

-¡Hola!- abrí la puerta de casa y de pronto me encontré con Claudia abrigada y lista para irse. Me sonrió decidida, y no tuve más remedio que irme por donde había entrado para ver la película en el cine. Teníamos que ir en metro porque estaba un poco lejos, así que cogimos la línea dos y nos embarcamos en un mundo subterráneo lleno de gente estresada, grupos de amigos, familias o gente independiente haciendo su camino diario. Me encantaba el metro, me relajaba muchísimo, pero al girarme hacia mi hermana, vi que a ella no le gustaba tanto.

-¿Qué te pasa?

-Es muy angustioso, hay mucha gente. Además, en cualquier momento veo que aparece otro tren en frente y nos chocamos.

-No te preocupes, en realidad no es tan malo como crees el metro. Mira, ven.- la cogí en brazos y la sentí en mi regazo.- Ves? Desde esta esquina se ve todo el vagón. Yo me divierto mucho observando a la gente. Mira ese hombre? Has visto que ropa más fea lleva? Uy! Esa mujer, como puede llevar ese sombrero?!

Mi hermana se empezó a reír y siguió añandiendo comentarios de las demás personas. Me alegré de su reacción, y de pronto me di cuenta de que habíamos llegado a nuestra estación.

Nuevo capituloo!! Lo se, lo se, a lo mejor esperabais más, pero hay que dar tiempo a las cosas! Espero que os guste, ya sabéis, cuatro comentarios y ocho votos :D

Entre el odio y el amor (Dylan O'Brien y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora