Latina; Cheryl Blossom [FINALIZADA]

CAPITULO 1: LA MUDANZA

CAPITULO 1: LA MUDANZA

Sara se encontraba hablando con su hermano Gabriel sobre temas cotidianos, su hermano de ocho años Pablo se aferro a los brazos de su abuela Helena, la cual miraba a su yerna y nietos con lagrimas en los ojos, Sara abrazo a su tía Milena y lloro en sus brazos, iba extrañar a su familia, los chistes de sus primos, las historias de su abuela Helena y el abuelo Hector, iba extrañar a sus amigos y en especial extrañaría bailar, la danza era su pasión y ahora tendría que volver a empezar de cero.

—As criancas nunca vai esquecer de onde eles vem (niños nunca olviden de donde vienen)—les dijo su abuela Helena mientras una lágrima corría por su mejilla y los tres asintieron y se subieron al avión que los llevaría a Estados Unidos.

Sara se paso gran parte de su viaje hablando con Gabriel y recordando a su ex novia Ana, cada aspecto de ella, su piel levemente bronceada, sus ojos azules y su sonrisa, aun tenía el corazón roto por el final de su relación de dos años y la extrañaba demasiado, sus párpados le pesaban y sin darse cuenta se quedo dormida el resto del viaje. Al llegar la familia tomo un autobús que los llevo hasta Riverdale.

—Mama en que parte de Riverdale vamos a vivir—pregunto Pablo en español y Sara y Gabriel miraron a su madre con curiosidad y esta se tenso.

—Mama dinos por favor—pidió Sara en español la curiosidad la estaba matando, quería conocer su nuevo hogar y no quería esperar.

 —¿Que les parece si vamos a comer algo en Pop's?—pregunto su madre y los tres asintieron al mismo tiempo, entraron al agradable lugar y se sentaron en una mesa apartada de la entrada.

 —La nieve es muy bonita ¿verdad Sara?—le dijo su hermano Pablo mirando la nieve caer y la joven asintió mirando la ventana.

De repente la campanita que se encontraba arriba de la puerta sono anunciando que alguien mas había entrado, Sara miro la puerta y se sorprendió al ver una chica de piel blanca y cabello pelirrojo que caminaba con mucha confianza y seguridad, como si el lugar le perteneciera, junto a una de piel morena y cabellos rizados, era muy linda en su opinión, su madre al ver a su hija mirar fijamente la puerta, miro hacia la misma dirección y sonrió. Sara miro su teléfono con la esperanza de recibir un mensaje de Ana, sino hubiera sido porque su madre las descubrió su relación no hubiera terminado mal.

—La extrañas ¿verdad princesa?—pregunto su madre y Sara asintió con una expresión de tristeza.—Lo siento tanto, yo no debí alejarla de ti, no debí gritarte aquel día...te aseguro hija que no volveré a cometer el mismo error —Sara asintió y un hombre rechoncho de piel morena y sonrisa amable llego y tomo notas de sus pedidos, la mirada de la joven estaba puesta en aquella pelirroja desconocida y esta se volteo y le sonrió de forma coqueta, después de unos minutos sus hamburguesas y malteadas fueron entregadas.

—Umm esto esta riquísimo—admitió Sara y sus hermanos asintieron y empezaron a hablar sobre como seria su nueva escuela, sus nuevos amigos y las clases, Sara sentía una mirada intensa sobre su nuca que la recorría de pies a cabeza. Su madre les indico que era hora de irse y se dirigieron al lado sur del pequeño pueblo, específicamente a la zona de remolques donde se encontraba múltiples casas rodantes, la madre saco las llaves de su bolsillo y entraron a una de las casas rodantes, Sara se acostó en el sofá y miro la casa llena de felicidad.

—Niños se que seguramente no es lo que imaginaban pero...

—¿Estas bromeando?, ¡esta casa es increíble!—exclamo Pablo con una sonrisa de oreja a oreja.