Naruto observó con desidia al Uchiha que se encontraba apoyado en el árbol, ¿cuándo se suponía que iba a venir su compañera y su maestro? Sus labios se apretaron y dejó que un suspiro se escapase de entre los mismos.
"¿¡Dónde están?!" La voz del rubio atravesó el campo de entrenamiento y llegó a los oídos de Sasuke, ¿por qué se había alejado tanto de él? Al despertarse se había duchado, no podía oler tan mal.
"¿Y yo que que narices sé?" Alzó la voz con molestia. El Uzumaki no le dejaba pensar tranquilo, siempre era demasiado escandaloso.
"No es mi maldita culpa, no hace falta que me hables mal y pongas esa cara de perro enfadado." Habló incitando a Sasuke, estaba harto de esperar y haría cualquier cosa por distraerse, ¡había pasado como una hora desde la hora acordada!
El azabache cayó en la trampa, al fin y al cabo era un simple niño y caía muy fácilmente en las provocaciones, sobre todo si venían de aquel patán que le observaba desde el otro lado del campo. Él había pensado que aquella distancia era suficiente para acallar la incesante palabrería del rubio, pero parecía que las ganas por molestarle eran más fuertes que el peligro de quedarse afónico.
"¡Cállate!" Gruñó enfadado y comenzó a caminar hacia el centro del lugar. "Llevas dándome la bara durante una hora y media seguida, ¿no puedes simplemente callarte? ¿¡De verdad eres tan pesado!?"
El rubio alzó una ceja divertido pero disimuló su sonrisa estrechando los ojos, no quería que Sasuke se diese cuenta de que simplemente le estaba vacilando. El Uchiha acabaría hecho una furia y le trataría de arrancar la cabeza.
"Lo que pasa es que eres un aburrido." Respondió caminando hacia él. "Debe ser muy cansado siempre estar en silencio."
"Deberías probarlo, no vaya a ser que un día te secuestren y te arranquen la lengua para conseguir que pares de hablar." Susurró exasperado y resguardó sus manos en los bolsillos de su pantalón. Dirigió una mirada de superioridad al rubio tratando de intimidarle y, aunque Naruto nunca lo admitiría, lo consiguió.
Odiaba ese aura de fuerza e intimidación que rodeaba naturalmente al Uchiha, ¿cómo lo conseguía? ¿Sería de familia?
"Hazte el especial pero el otro día casi tiemblas como un niño pequeño cuando Sakura-chan nos amenazó con el kunai." Rió con gracia. "Casi te..."
Sasuke le agarró del cuello de la chaqueta con rapidez y le alzó en el aire amenazante. ¿Es que no sabía mantener su maldita boca cerrada? Sus puños se apretaron con fuerza en la tela y sus dientes chirriaron.
"No fui yo el que se puso a balbucear estúpidamente." Contratacó soltando su agarre y dejando que el Uzumaki tocase el suelo.
El rubio dejó que la risa que se había acumulado en el fondo de su estómago se deslizase entre sus labios con lentitud. Sasuke simplemente era un amargado que salataba a la mínima. El azabache clavó con furia sus orbes sobre el chiquillo que se movía exageradamente y llenaba el tranquilo aire matutino de sonidos agonizantes. ¿Qué clase de imbécil estaba obligado a soportar?
Los ojos del Uchiha se movieron con naturalidad a su espalda y se permitió dar un par de pasos hacia atrás, sorprendido. La risa de Naruto se detuvo cuando una nube se expandió detrás de su compañero y un hombre rascándose la nuca surgió de ella.
"Parece que me perdí por el camino de la vida." Musitó con diversión observando los rostros ojerosos de sus alumnos, seguro que estaban muy cansados. Una sonrisa cruel se extendió por su rostro mientras los gritos reprobatorios del rubio llenaban sus oídos. Uno, dos... ¿Dos? Su pupila buscó a la mancha pelirrosa que debería estar al lado de los otros chiquillos. "¿Y la otra?" Cuestionó ignorando a Naruto.
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Vigía
FanfictionOjos atentos, cuerpo preparado, armas dispuestas. Vigila. Vigila. Vigila. La pequeña Sakura tenía que estar atenta del jinchuriki Naruto Uzumaki. Líder-sama lo necesitaba para su plan y ella debía mantenerlo con vida hasta ese momento. Sabía que deb...