Marchaos

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Sakura observó la pelea con atención, Zabuza había comenzado a ponerse nervioso cada vez que  Kakashi hacía la misma técnica que él. Dejó que una pequeña risa se escapase por su garganta y se relajó, su maestro tenía la situación controlada y podría fácilmente igualar a Momochi en fuerza aunque estando ellos detrás suyo... Ella notó la preocupación que tenía el Hatake de que saliesen heridos y esa distracción provocó que en un descuido fuese atrapado en una simple cárcel de agua. Le pelirrosa chasqueó la lengua en desacuerdo, ¿en serio llevaba media hora haciendo dragones de agua y demás técnicas para acabar cayendo en algo tan estúpido? Sus labios se apretaron y le envió, divertida, una media sonrisa a su sensei.

"Bueno, ahora los mocosos." Una copia de agua se elevó de un charco del suelo y se acercó a ellos con parsimonia.

Naruto y Sasuke cruzaron miradas, la niña no movió ni un músculo, siguió sonriendo y deslizó sus manos por los bolsillos de su pantalón. Sakura iba a dejar que ellos dos se encargasen de la situación porque, si lo hacía ella, ¿qué gracia tendría? Además, quería descubrir qué era el plan que habían tramado.

"Sakura, nos encargamos nosotros, tú protege al constructor." Acotó el Uchiha en un susurro que solo fue escuchado por su compañera.

Ella asintió cambiando su peso de un pie al otro en una burla constante hacia Zabuza, Sakura estaba enfadada por lo que él había dicho y quería hacerle rabiar. Momochi le miró de mala manera y tuvo que apretar los labios para no comenza a reír, aquella niña nunca dejaría de sorprenderle.

El Uchiha se adelantó y comenzó a correr hacia la copia haciendo aparecer de un rollo un shuriken de gran tamaño. Los pasos resonaron contra el suelo, los orbes verdes miraron con diversión como el arma volaba y era fácilmente esquivada por la copia de agua. Ella tuvo ganas de reírse y necesitó tapar sus labios con sus pequeños dedos para evitarlo.

Zabuza frunció su ceño, él se esperaba algo más, él ciertamente tenía unas mayores expectativas en ellos. Un sonido en la espalda le sorprendió, una nube de humo envolvió el shuriken y se transformó en el chiquillo rubio, un kunai fue lanzado con precisión al brazo que sujetaba la cárcel y se vio obligado a liberar a Kakashi. Los aplausos de Sakura llenaron el silencio y Zabuza apretó los dientes, un segundo después su arma se dirigía con rapidez a la cabellera pelirrosa, él no quería matarle pero no iba a permitir que se siguiese riendo de él como si nada, ¡ella debía temblar ante su nombre! Además, Momochi sabía que ella podría esquivarle, él confiaba en ello y sino se pararía en el último momento.

Su espada se clavó en el suelo, alguien le sopló detrás de la oreja, dio un giro con rapidez y la niña saltó en una voltereta hacia atrás. Naruto y Sasuke estaban cubriendo a Tazuna y Kakashi se metió en medio del siguiente golpe que fue dirigido a Sakura. Ella les rodeó caminando mientras comenzaban otra gran lucha de técnicas. Momochi sonrió ampliamente, maldita niña.

"Estuvo genial imbécil." Rió Naruto. "Ten cuidado Sakura-chan, podría haberte golpeado." Ella asintió.

Unos minutos después Kakashi consiguió atrapar a Zabuza invocando a su manada de perros quienes atraparon con sus fauces las extremidades del renegado. Momochi suspiró cansado.

"Ahora vas a morir." Gruñó el Hatake y Sakura se removió, ella no quería ver morir a Zabuza... A la pelirrosa le caía bien.

Un latido, dos... La niña dio un paso al frente al ver los rayos rodeando el brazo de su maestro.

Un segundo, dos...

Unos sebons se clavaron en el cuello de su contricante, el cuerpo cayó lánguido al suelo y los perros se echaron hacia atrás desconfiados.

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