"Saku-chan."
"Chiquilla."
Su corazón se aceleró, sus manos temblaron.
"Sakura."
"Pequeña."
"Mocosa."
Sus ojos se apretaron con fuerza mientras el dolor se adueñaba una vez más de su cuerpo.
"Sakura-chan."
Un jadeo se escapó con fuerza de sus labios y dio un pequeño respingo en la camilla. Sus ojos jades recorrieron la estancia en la que se encontraba, sin lugar a dudas era un hospital, un jodido hospital.
Sus pies chocaron contra las frías baldosas cuando se propulsó fuera del colchón sin cuidado alguno, un escalofrío recorrió su cuerpo.
"Joder." Susurró al sentir el pinchazo que le recorrió de pies a cabeza.
Ella rió levemente, a nadie menos a Hidan le habría gustado que usase esa palabra.
Sus ojos recorrieron una vez más la estancia y fue cuando se dio cuenta de la figura durmiente que se encontraba en la silla al lado de la ventana. Su cuerpo se tambaleó ante el dolor que provocó su lengua al rozar contra el paladar cuando trató de hablar y soltó un suspiro pesado. Ella negó con la cabeza, ¿qué hacía Kakashi ahí en medio de la noche? ¿Le habían encontrado y traído hasta aquí? ¿Tanto tiempo había estado inconsciente?
Sakura quería salir del hospital. No se sentía nada cómoda en lugares infestados de gente y, aunque no pudiese ver a nadie más que Kakashi, no podía evitar sentir la presencia de las demás personas en las habitaciones circundantes.
"Sakura." La voz de Konan hizo que sus pequeños pies detuviesen la marcha. "¿Estás bien?"
La mota rosada se dio la vuelta y asintió levemente, sus orbes recorrieron la calle atestada en la que se encontraban.
"Solo no me gusta estar rodeada de tanta gente Ko-chan." Susurró apretando su agarre en la manga de la mujer. "¿Y si ellos nos quieren hacer daño?" Susurró con la preocupación tiñendo su redondo rostro.
Konan negó con la cabeza y despeinó levemente a la chiquilla. La peliazul se esforzaba bastante en no tener demasiado apego a la niña pero, ¿hasta dónde le habían arrastrado? ¿Se sentía en peligro en una mera calle? Ella no debería tener esos pensamientos, ella era una maldita niña.
"Al llegar te leeré un cuento."
Sus intentos de abrir la puerta sin hacer ruido fueron interrumpidos ante el carraspeo de una garganta. Sakura dio la vuelta sobre sus talones y observó fríamente a Kakashi.
"¿Sí?"
Hatake sintió como todo su cuerpo se relajaba al observar a la niña allí, de pie, consciente, aparentemente a salvo. Se impulsó con rapidez del asiento y se dirigió a pasos rápidos hacia su alumna. Ella le miró petulantemente y bajó su posición un par de centímetros, ¿a caso le estaba amenazando? Él negó con la cabeza y sonrió levemente, ella no iba a cambiar.
"Me alegro tanto de que te hayas despertado." La voz salió de su garganta en un mero susurro. "No te imaginas lo preocupados que están Sasuke y Naruto, seguro que vienen a visitarte mañana." El Hatake esbozó una pequeña sonrisa y se rascó descuidadamente la nuca. "Sakura, me alegro tanto de que estés viva." Repitió como si el mismo no se lo creyese.
"Si me muriese tan fácil haría años que estaría diez metros bajo tierra." Respondió con sequedad.
"¿Por qué le dices a Dei-chan que lo vas a enterrar tan hondo?" Parloteó tirando de la mano de su amigo marionetista. "Seguro que se le ensucia el pelo y es demasiado bonito como para que pase eso." Añadió concernada con la risa de fondo de sus dos acompañantes.
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Vigía
FanfictionOjos atentos, cuerpo preparado, armas dispuestas. Vigila. Vigila. Vigila. La pequeña Sakura tenía que estar atenta del jinchuriki Naruto Uzumaki. Líder-sama lo necesitaba para su plan y ella debía mantenerlo con vida hasta ese momento. Sabía que deb...