Capítulo 1🔸

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✔️Editado
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Al día siguiente Paulo se despertó sintiendo un fuerte dolor de cabeza.

Después de ducharse y tomarse unas pastillas, encendió su celular para mirar su Whatsapp.

Joaco

Eu loco

¿Te acordas de lo de anoche?

11:00 a.m.

Paulo

¿Qué pasó anoche?

11:01 a.m. visto

Joaco

Te enviaré un video para refrescarte la memoria

Jajajaj

11:03 a.m.

El corazón le latió a mil por segundo. Sus recuerdos eran borrosos, no tenía ni idea de que había pasado la noche anterior. ¿Y si había hecho una locura?

¿Y si me quité la ropa y me grabaron desnudo?, ¿y si me grabaron cogiendo una chica?, ¿y si esa chica fue Rocío? Imposible, lo nuestro ya murió.

Una vez que Joaco envió el video, casi mojando sus pantalones lo abrió. En él se vio sentado, la calidad no era muy buena puesto que era de noche, pero las luces de discoteca lo alumbraban.

Piero empezó a hablar. A Paulo le temblaban las manos mientras observaba el video.

-Tenes que cogerte a 5 chicas. Una por cada fiesta los finde; sin enamorarte de ninguna. Entonces... ¿aceptas el reto?

-Psss claro Waching. Yo puedo...con todo

Se escucharon algunos comentarios más, y luego el video terminó justo cuando él iba a levantarse; esa parte sí la recordaba.

Dejó el celular en la mesa y se puso una mano en la cara.

-¡La puta madre! ¿Qué mierda le prometía Piero?

No le había prometido nada a Alan, ni a Joaco, ni a Eze, era a Piero; y a Piero hay que pagarle porque sí.

Paulo sabía que el que le promete algo a Piero debe pagar o sino él lo tortura hasta que le cumplan. Es cumplir, o correr el riesgo de que te haga alguna broma pesada que lamentarás el resto de tu vida. Piero ya lo había hecho con los demás, y Paulo no quería ser su víctima.

Recordó esa vez cuando Piero retó a Alan de ir a la calle y bañarse de cerveza. Alan no quiso hacerlo, y al día siguiente lo primero que vio fue un cubo de cerveza siendo lanzado en su cama.

Con rapidez buscó entre los contactos su número y lo llamó.

-Hello -dijo Piero.

-Oye Wacho...sobre lo de anoche, pasa que estaba al pedo y dije cosas sin sentido, espero que no te lo hayas tomado ense...

-¿Enserio? -dijo Piero riendo- Pues claro que sí. ¿Qué pensabas, que te ibas a librar de esto? Pues no, y tenés que cumplir.

-Bueno dale -dijo sin ánimos.

Colgó la llamada.

-¡La puta madre! -dijo y le asestó un fuerte golpe a la mesa.

Estaba perturbado. Usualmente no acostumbraba a llevarse chicas a la cama, a menos que no las conociera. Y esta vez tendría que apenas saber sus nombre para inmediatamemte convencerlas de acostarse con él.


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Bueno esto está difícil.

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Una de Cinco; Paulo londra [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora