Una de Cinco; Paulo londra [En Edición]

Capítulo 3

                  Amelia

Llevaban un rato entre risas y miradas. Existía una conexión sexual entre ellos, así que Paulo tomó la iniciativa de ir más allá y acabar con todo de una vez.

Empezó a provocarla, —me tenés loco con ese vestido.

La chica se sonrojó y ríó tímidamente. Parecía una chica muy reservada e inexperta, viendola bien se podía deducir que  era virgen, su complexión delgada, y sus gestos revelaban inocencia.

Paulo se acercó con lentitud hacia ella, y la miró con concentración. Se habían tomado unos tragos pero aún no estaban borrachos. La tomó de la cintura acercándola a él y la besó, ella un poco sorprendida le siguió el beso pues al parecer le gustaba.

—¿Cómo te llamás? —dijo Paulo.

—Amelia.

—Amelia si querés, esta noche puede ser de los dos —dijo mientras le besó la mano como todo un caballero.

La chica volvió a reír tímidamente.

—Está bien, confio en ti.

Piero y Mauro miraban como Paulo se la llevaba a una habitación.

Cuando llegó, la cargó y la recostó suavemente en la cama.

—Es mi primera vez —confesó Amelia.

—No te preocupes, seré delicado.

Paulo empezó a quitarse la ropa hasta que se quedó en bóxer. Prefería hacerlo por su cuenta, ya que como ella era una inexperta no le quitaría la ropa de la manera en la que a él le hubiese gustado.

Se dirigió hacia ella y empezó a quitarle el vestido con delicadeza mientras le daba besos en el cuello.

Una vez que la desnudo y pudo apreciar su figura de chica inocente, se quitó el boxer, y se colocó el condón.

La chica al verlo desnudo se sonrojó un poco, el cuerpo de un hombre era un mundo nuevo, nisiquiera podía imaginar lo suave que se sentiría tocarlo o tenerlo dentro, sería todo una locura pero estaba dispuesta a tomar el riesgo.

Paulo empezó a besarla, enredándose en suma pasión, sintiendo el calor entre sus cuerpos

Apesar de ser toda una novata, Amelia estaba entregando pasión en cada beso y en cada caricia, estaba haciendo las cosas lo mejor posible. Se había excitado y empezaba a besarlo con más intensidad, Paulo se dió cuenta de ello así que pensó que ya era el momento. Hizo una Pausa y dejó de besarla

—¿Estas lista?.

—No lo sé, tego miedo...

—Tranquila

Paulo empezó a besarle los senos con el objetivo de exitarla aún más, pasando su lengua una y otra vez por sus peones. Ella experimentó una sensación de placer que no había experimentado nunca, se sentió al borde del éxtasis y empezó a gemir como loca.

—Ah...mmmmm...así...ya estoy lista.

Entonces, Paulo a penetrarla, con delicadeza, despacio.

Al sentir aquel roze, ella sintió placer, pero cuando el se sumergió más a fondo, sintió un dolor punzante, como si le estuviera destrozando todo, mostrando en su rostro una expresión de sufrimiento.

—¿Segura que queres seguir? —preguntó Paulo un poco preocupado.

—Si, prosigue, nesecito perder la virginidad y tiene que ser esta noche, mis amigas me vieron entrar contigo y no puedo salir siendo virgen.

Paulo continuó penetrandola, vió que la chica estaba conteniendose para no largar un grito de dolor, entonces procedió se detuvo.

—Siento que aún no era el momento —dijo Paulo.

—¡No te detengas!,nesecito que sigas,esta vez más rápido.

—¿Segura?.

—Si.

Al parecer la chica estaba decidída a Perder su virginidad esa noche, de seguro todas sus amigas ya lo habían hecho menos ella y puede que se sintiera excluida.

Paulo la obedeció y esta vez la penetró sin pausas, iba entrando y saliendo con movimientos rápidos.

Estaba sintiendo placer pero no veía lo mismo en el rostro de la chica, en ella solo veía dolor.

Decidió parar a lo que ella le preguntó disgustada porqué lo había hecho.
El se sentó a su lado y la miró.

—Se que estás sufriendo con esto, sé que sólo lo haces por querer quitarte la etiqueta de virgen pero créeme este no era el momento, y no voy a continuar, no quiero que sufras más, y menos con alguien que no amas.
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