Una de Cinco; Paulo londra [En Edición]

Capitulo 12

La chica del antifaz

Estaba un montón de gente bailando y disfrutando. Esta vez era una fiesta de disfraces, Paulo se encontraba en una esquina con una cerveza; no le apeteció disfrazarse de nada.

Su cuerpo estaba allí, pero su mente divagaba entre recuerdos. Solo podía pensar en aquella noche con aquella chica, era imposible olvidar como lo besaba con tanta ferocidad y ternura, como sus suaves manos se deslizaban entre su espalda, como gemía su nombre, solo pensaba en un nombre…Gisell.

Mientras estaba perdido en sus pensamientos, una chica se le acercó. Llevaba un antifaz y dos coletas, le tendió la mano invitándolo a bailar, él no tenía ganas pero había algo familiar en su mirada, algo que si no fuera por todo ese maquillaje pudiese descifrar. Esa simple corazonada  lo impulso a darle la mano y bailar con ella.

Cada quién tenía su pareja de baile, Paulo estaba enfrascado en el misterio detrás de la mirada de la chica. Había algo peculiar en ella que el conocía a la perfección.

Después de algún tiempo de bailar y bailar la chica lo miró con una mirada de pasar a la acción, él supo decifrar el mensaje y le hizo señas para que fueran a una de las habitaciones, ella lo acompañó.

En esas fiestas era lo normal andar acostandose con cualquiera, por eso las chicas no tenian muchos inconvenientes en irse con el primero que le brindara un trago.

La música estaba muy alta, así que para emitir algún sonido había que hablar fuerte para poder ser escuchado.

Paulo cerró la puerta y sin pedir permiso empezó a besarla apasionadamente. No sabía siquiera su nombre, solo sabía que tenía que cumplir con el reto y ya está era la última chica que se llevaría a la cama.

La besaba pero nisiquiera sentía sus labios, estaba demasiado anclado a sus recuerdos como para sentir lo que ocurría en el presente.

Siguió besándola y brevemente recordó que anteriormente alguien lo habían besado de esa manera, no sabía quién pero si el como. Empezó a besarle el cuello y exhaló un aroma conocido.

—No te pensas quitar ese antifaz —expresó Paulo mientras seguía besándola y sintiendo su tibia respiración entre cada suspiro.

La chica cambio de posición y se le puso encima, el estaba con la interragonte de quién era ella,con el deseo casi infinito de desvelar su identidad y quitarle ese antifaz, muy en el fondo sentía una especie de conexión, había algo familiar. Ya conocía esos besos, esa piel, esas curvas, esos gestos, esos pequeños gemidos entre beso y beso.

La chica hizo gesto de quitarse el antifaz, Paulo solo tenía un nombre y un Recuerdo, Gisell, era lo único en lo que habia pensado los último días.

La chica se quitó el antifaz, y vaya sorpresa.

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