9.

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Thara

—Te presento a la esposa de mi primo, Joseff —dijo Märco, pero se vio interrumpido por la armoniosa voz de la muchacha.

—Soy Stella, debes decir mi nombre primero— reprendió graciosamente a mi odioso prometido. — No mi estado civil. —Él cerró con fuerza sus parpados y respiró profundamente. Supuse que augurando problemas. —Soy la ex de Märco.

—¿Qué?

Siempre pensé que este tipo de situaciones solo sucedían en los dramas que transmitían en televisión. Y me sorprendió de una manera poco agradable.

Märco me miró interrogante, dándose cuenta al instante que yo no omitía palabra debido a que mi boca estaba llena con la gran y deliciosa uva que había robado anteriormente.

—¿Puedes... puedes simplemente comportarte? —preguntó a la joven. Ella sonrió extasiada solo de observarme. —Mandaré que les traigan una merienda.

Märco salió de la sala sin una palabra de mi parte y yo al fin pude mascar y tragar con fuerza la uva en mi boca.

—No te preocupes, no guardo sentimientos por él —dijo ella restándole importancia al asunto. —¿Puedo sentarme?

Asentí, en ese momento una mujer mayor se unió a nosotras. Con ella tría un pequeño bebé. Stella me dijo que era su pequeño hijo, de apenas dos meses.

—¿Es ella? —preguntó Patricia, la anciana nana de Stella y su hijo, señalándome. —Es bonita. Pero no tanto. Además, no se le parece en nada a la otra.

Fue como una patada a mi maltratado ego.

—A mí me sorprendiste gratamente —habló Stella llevándose una masita a la boca. Allí note que la expresión de "labios rojos y jugosos" hacía alusión a personas como ella. Era tan hermosa. Y yo no podía entender cómo era la esposa del primo de Märco y no la suya. —En un principio, y dadas las circunstancias, pensé que sería la mosca muerta.

Y allí estaba la respuesta a esa incógnita.

—Hablan de Livet —respondí sin dudar. —Disculpen mi ignorancia, pero tengo entendido que ella y mi prometido son solo amigos.

Mentirosa. Mentirosa.

La armoniosa carcajada de Stella seguida de una risilla condescendiente por parte de Patricia no se hizo de esperar. Lo que provocaron una odiosa punzada de rabia en mi estómago.

"Lo que no fue en tu año, no te hace daño." Decía mi hermana Melissa como sabio consejo para no indagar en el pasado de los demás. Y ella tenia una basta experiencia en eso. Ficticia, gracias a las novelas que leía, pero experiencia al fin.

Carraspee para que su atención volviese a centrarse en el asunto.

—¿Debería sentirme insultada por su reacción o lo tomo como un preludio para comenzar a chismear sobre ella? Por lo visto no es una persona merecedora de su agrado.

Casi me levanto de la silla para darme un fuerte aplauso por esa respuesta y sus reacciones. Patricia agachó la cabeza y Stella se disculpó varias veces.

Melissa estaría orgullosa de mí, había dado una respuesta digna de una reina.

Etérea, inalcanzable, empoderada.

—Ya veo porque Märco te eligió —dijo Patricia tomando al pequeño bebé y comenzando a mecerlo.

No pude sacarla de su error.

Y siendo sincera, tampoco quise. Era un bálsamo para mi autoestima ese tipo de apreciaciones superficiales. Tan efímeras como falsas.

Lo sabía, era patética.

HIELO [en tu mirar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora