Un fuerte pesar descansa sobre todo mi cuerpo. Se siente como si estuviera enterrado bajo un millón de piedras. Mi subconsciente me dice que me levante y vaya al baño como cada mañana, pero es extraño no notar la necesidad de ir. Aunque más extraño es no notar que tu cuerpo se mueve cuando ejerces una orden sobre él.
Mi espalda duele de estar en esto que parece ser madera o suelo para mi cuerpo. Intento retorcerme, pero de nuevo es inútil querer ejercer fuerza en mi cuerpo, el peso es sobrenatural.
Abro mi boca y cojo una gran bocanada de aire que hace que hasta duela mi pecho. Intento inspirar la siguiente vez por la nariz, pero algo me molesta en ella, sé que si tuviera fuerzas estaría estornudando, pero no es así.
Vuelvo a abrir mi boca y paso mi lengua por todos mis dientes que están algo rugosos al igual que mi lengua que se siente como si llevara una doble capa de saliva protectora dura, seca y con un sabor horrible.
De nuevo la nariz parece la mejor opción para respirar, pero esta idea vuelve a ser falsa cuando noto un olor fuerte como de medicación mezclada con aire demasiado puro entrar por ella a gran velocidad profundizando todo de mis pulmones.
Noto como si mis oídos estuvieran tapados y como estos, conforme intento mover un poco la cabeza y abro y cierro mi boca, lentamente se van abriendo a los sonidos que este lugar me puede ofrecer. Un continuo pitido se repite cerca de mi oído derecho, es lo primero que percibo, segundos después un barullo de voces que parecen estar expectantes.
Un llanto, una respiración agitada y unas suplicas a dios se hacen resaltar entre el barullo. Pero de repente una voz me sobresalta a mi izquierda cuando pide silencio.
-Silencio, por favor. -Es una voz gruesa, varonil y que no me resulta familiar.
En cuanto esa voz pide silencio el barullo se convierte en murmullo y yo a pesar de sentir que todo mi cuerpo está dormido pero que mi cabeza no, yo no estoy dormido, intento establecerme en el lugar mientras siento como alguien juguetea con algún tipo de instrumento metálico a mi izquierda, ¿será el hombre de voz gruesa que pidió silencio?
No lo sé, lo que yo sé es que debería de estar en casa y preparándome para esta noche. Hoy viene la familia a vernos y haremos una gran cena todos juntos. ¿Qué hago aquí? ¿Qué hice anoche?
Cierro mis ojos con más fuerza de como ya los tenía consiguiendo que varias escenas hechas recuerdos vengan a mi mente: un traje negro, las escaleras de casa, unos ojos furiosos, un brazo cortando el aire, el suelo a la altura de mi rostro, trozos de porcelana junto a mí, un líquido color rojizo envolviendo mi cuerpo y unos zapatos correr hacia mí con desesperación.
Abro mis ojos por completo por los imágenes de recuerdos que acabo de experimentar. Una noche oscura está en mi vista. Con poca fuerza intento levantar mi mano izquierda para llegar a mis ojos notando como mi respiración pesa cada vez más. A mitad de camino una mano me ayuda a llevar mi mano hasta donde yo quiero, una mano rugosa y áspera. Llego a mis ojos y busco con mi mano que es lo que me impide ver quien está murmurando a mi alrededor y que es esa máquina que hace sonidos constantes y que empiezan a ir más rápido conforme avanza mi desesperación al no encontrar nada que esté tapando mis ojos. Llevo mi mano derecha con mucha dificultad también a mis ojos con angustia creciente.
- ¿Qué ocurre? -Pregunta una voz femenina algo alterada, pero no más que yo, mientras comienzo a clavar mis uñas alrededor de mis cejas buscando eso que me impide ver quien hace esa pregunta.
-No lo sé. -Dice la misma voz gruesa y varonil de antes apartando mis manos de mis ojos. Quiero resistirme, pero no tengo fuerza cuando él pide ayuda y dos manos sujetan mis muñecas con fuerza. -Cogedlo. -Dice antes de forzar que mis ojos se abran con sus dedos. -Algo va mal. -Anuncia tras revisar mis estos.
Y es ahí cuando mi cerebro repasa varias posibilidades mientras mi cuerpo se intenta resistir a esas manos que me oprimen y por fin la voz sale de mi garganta a forma de gritos haciendo de que nuevo que el murmullo sea un barullo intenso mientras comprendo que está pasando y mis gritos solo consiguen que mi nombre resuene más fuerte que nunca en esa habitación, que para mí, ya está claro; es de un hospital.
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Eres mi luz (Kookmin - Jikook) Adaptación propia
FanfictionSeúl de nuevo es el destino. Mas está vez para Jimin todo es diferente. Todo es triste y sombrío; todo es oscuridad. Él intentaba aparentar normalidad a pesar de que por dentro seguía roto y humillado cuando JungKook creyó verlo por primera vez. E...