Memories Of... Us {RichieTozier & Lectora} #2 Finalizada

#4 Acerca del pasado

—¿Como es que tu pudiste ver, pero... yo solo escuchar? — consulto (t/n) ahora sentada a uno de los lados de Beverly sin poder comprender absolutamente el sentido de lo que hablaban, de lo que intentaban recordar —, ¿O acaso simplemente no puedo recordar? Todo es demasiado confuso, odio esto.

—Ya no lo sé... — contesto Beverly —, pero... creo que lo mejor sería que intentaras descansar un poco (t/n), estoy segura de que... — ella se callo, a punto de haber mencionado el nombre de Stan — estoy segura de que estas más cansada que el resto de nosotros. 

—Si, creo que es lo ideal... 

Se levanto dirigiendose hacia los escalones, en donde Richie tomo una de sus manos con suavidad, uniendose a ella que no quiso rechistar al respecto, él ni siquiera tenia que preguntar lo que pasaba por la cabeza de ella para saber que no podía dejarla en soledad, que no se lo iba a pedir, pero que necesitaba de su compañía. Subiendo los escalones en silencio hasta la habitación de ella, cerrando la puerta. 

El resto del grupo intercambiando miradas, el ambiente cambiando cuando Beverly sonrio, entablando una nueva conversación acerca de las dos personas que acababan de abandonar la habitación. 

—Ella nunca dejo de gustarle a Richie — comenzo Beverly sonriente, agradeciendo que hubiese algo bueno que poder hablar, no sobre un payaso alienigena que quería matarlos, si no algo más natural y bonito —, es bueno saber que... algunas cosas no han cambiado tanto por aquí.

—Siendo muy honesto — se unio Ben —, creí que cuando volvería aquí los vería llegar juntos, posiblemente casados, con hijos, juntos... 

—Pero estoy de acuerdo en que el punto de encuentro, sea como sea Richie es el unico en tranquilizarla, ambos se tiran ojos de corazones al otro — continuo Eddie —, espero que en esta ocasión puedan estar juntos, sin olvidarse del otro. 

—¿Que quieres decir? — pregunto Beverly ahora —.

—C-C-Cuando te fuiste, con el tiempo, todos nos marchamos, Richie lo hizo en un punto, ambos se comunicaban con cartas, pero... en el camino la olvido, asi es como ella se marcho con Stan, no supimos más desde eso, simplemente que con el olvido ya no había más un ellos. 

—Me hubiera gustado poder sido un apoyo para ella... 

—Bueno, Stan fue un buen amigo, se mantuvo a su lado por mucho tiempo — agrego Mike —.

—Esperen... — interrumpio pronto Beverly recordando algo — sé que posiblemente nadie lo noto, pero... ¿Stan no estaba enamorado de (t/n), alguien más noto eso? Porque la veía siempre, se preocupaba profundamente por ella, y no como un amigo... 

—No eres la unica que lo vio — declaro Ben ante ello —, no mencione nada porque... bueno, todos sabiamos que (t/n) gustaba de Richie, aun cuando estadisticamente podía tener un mejor futuro con Stan. 

Todos soltaron risas a la mención, definitivamente solo podían pensar que al crecer el enamoramiento de Stan quedo en la nada al conocer a Patty, o que simplemente no quiso hacer un movimiento por respeto a Richie, porque era Stan el hombre, aquel que hacia deciciones maduras. 

(t/n) vestida con su pijama se acerco a la cama, con un Richie simplemente sentado a un lado casi incomodamente cuando la vio llegar a la habitación con su cabello suelto, lista para recostarse en la cama, observandola silenciosamente, pensando en que tal vez deberia de sentarse en otra parte. 

—Debería...

—No seas tonto — interrumpio (t/n) como si leyese sus pensamientos —, puedes dormir en la cama, no es como si cuando saliamos no hubiesemos dormido juntos. ¿Que diferencia habria en esto? 

Él asintio, recordando aquellos momentos, no era nada diferente como lo decia por lo que comenzo a quitarse los zapatos, listo para recostarse a un lado de ella, recostado sobre su espalda tal como ella lo estaba haciendo en esos momentos, observando el techo, en un silencio comodo entre ambos, Richie de vez en cuando mirandola. 

Notando como una pequeña y unica lagrima se deslizaba cayendo en la almohada blanca, estaba de vuelta mirando a la unica mujer que había amado en toda su vida, con las cosas más complicadas que nunca, sin saber que iba a pasar el día de mañana. 

—Recibi tus cartas... — interrumpio de pronto —.

Inseguro de la reaccion de ella se mantuvo quieto, (t/n) se volteo, apoyandose con un brazo, sus ojos fijamentes en los marrones de él un pequeño brillo de emoción por esas palabras, alentandolo a continuar hablando.

—Mi corazón es solo tuyo, si eso ayuda en algo... — (t/n) sonrio, el reconocimiento de lo que había escrito en su última carta —, las recibi y no supe hasta la llamada de Mike que todas esas cartas eran tuyas, las leí... todas. ¿Estas molesta conmigo?

—Nunca Tozier, nunca — contesto en un susurro alegre —, por el camino también me olvide de todos y esas cartas, no puedo estar enojada contigo, nunca podría, no en serio. 

—¿Quieres volver a intentar algo, ser mi novia de nuevo? 

Pregunto con esperanzas, ella con una sonrisa, y con un movimiento timido se acerco lo suficiente para romper la distancia, besandolo con cuidado, Richie reaccionando de inmediato para devolver el beso, acunando el rostro de ella con una de sus manos, el contacto haciendole saber como había extrañado besarla. 

—Siempre he sido tu novia Richie, porque nunca rompimos — contesto ella riendo —.

—Touché. 

(t/n) se acerco envolviendo sus brazos alrededor del torso de Richie sintiendose calmada cuando estaba atrapada en sus brazos protectores, sin saber como el hombre se sentia completamente feliz de que ambos estuviesen a donde pertenecian, porque algo bueno tenía que salir de toda esa situación al final. 

—Intenta dormir algo cariño, lo mereces más que nadie — hablo Richie en susurros besando su cabello a cada momento —.

—¿Que hice para merecer a alguien tan increible como tú Richie? 

—Pregunta incorrecta cariño, ¿que hice yo para tener una chica increible como tú? Ya duermete primor, no me ire a ni una parte y lo sabes completamente. 

Luces encendidas, los lentes de Richie descansando en una almohada, enredados en los brazos del otro con sus corazones latiendo en ritmos calmos, cerrando sus parpados para caer en un sueño sin gritos de terror, solamente un silencio, o los latidos del corazón de él brindandole la paz interior que necesitaba en años. 

En el sitio a donde pertenecian, con aquella calma que atesoraron aquella noche.