Desaparecidos

Capitulo IV: Caos.

23 de agosto del 2019.

Pueblo de comehell.

Tres días han pasado desde la desaparición de Tamara Riley, el pueblo es un completo caos, todos los padres están alterados y los jóvenes empiezan a inquietarse. Harper y Simone están más asustadas si puede ser posible, tienen pesadillas, casi no duermen por pensar que alguien o algo vendrá detrás de alguna de ellas o de los demás chicos del grupo.

Son las doce del día y los chicos del grupo se encuentran reunidos en una pequeña cafetería del pueblo, hablan de todo y nada a la vez, tratando de evitar a toda costa de hablar sobre las desapariciones de sus amigos.

— ¿Qué pasa si esa cosa viene ahora por alguno de nosotros? — Harper, que es la que más asustada y preocupada estaba, hablo. Todos la miraron como si le hubiera salido dos cabezas de repente o como si hubiera dicho una locura — No me miren así joder, como si no lo hubieran pensado ya.

Y es cierto, todos pensaban eso, pero nadie quería decirlo en voz alta, así que sintieron alivio cuando fue ella quien hablo. No sabían que hacer, ni siquiera sabían que responder a eso.

— No sé qué responder a eso Harper, pero sí sé que estoy hasta el culo de asustado, yo... — A Derek Cooper se le quebró la voz, tomo un sorbo de su café y continuo — No sé qué pasara hoy cuando este de camino a mi casa o cuando este en ella, o lo que pasara mañana, pero sí sé que no quiero morir o lo que sea que esa cosa les haga, no quiero ser un desaparecido.

Después de eso, nadie pronuncio ninguna palabra, todos compartían el mismo sentimiento que Derek.

*

Tres horas después, lo que quedaba de aquel grupo de siete personas, salieron de aquella cafetería solo para ver que el pueblo era un completo caos. Había personas yendo y viniendo de distintos lugares, todos corrían, todos gritaban, había papeles por todos lados y ellos no entendían que rayos estaba pasando. Hasta que una de las tantas personas que pasaba corriendo dejo caer un puñado de hojas y pudieron ver lo que era y vaya sorpresa que se llevaron. El papel se trataba más bien de un cartel de se busca, con la cara de Tamara Riley.

— ¿Pero qué carajo? — Exclamo Isaac, tan estupefacto como los demás.

Con el cartel en mano, Isaac se acercó a una señora a preguntarle que significaba eso y a su lado iban los demás.

— Oh, ¿no lo saben? — Dijo con confusión la señora, ya que todo el pueblo estaba enterado y como no podrían si era pequeño — Al parecer lo que se llevó a Tamara es una persona y no una cosa.

— ¿Cómo...? ¿Está usted segura? — Una sorprendida verónica pregunto y soltó un jadeo de solo pensarlo.

— Si querida, encontraron rastros de sangre y los zapatos de Tamara.

Todos exclamaron de sorpresa y se miraron entre sí, no entendían que sucedía y ya no sabían que era real y que no.

¿Qué rayos estaba pasando en ese pueblo?