Epílogo

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El sonido de risas infantiles llenaba por completo el lugar, el sonido y armonía del viento golpeando suavemente el rostro era agradable, un paisaje realmente lindo y el sol radiante sobre una hermosa familia sentándose disfrutando de la vista era algo digno de ver, eso hubiese sido algo casi perfecto de presenciar claro esta que no todo es un cuento de hadas.

-¡Ven aquí malparido!-Una muy furiosa kagura anda corriendo tras miroku.

-¡Kagura cálmate!-dice sango tratando de detenerla antes de que cometa un delito.

-¡Detente!-lanza un jadeo-Ya estamos viejas para esto...-poco a poco se detiene-Me muero...-dice kagome tumbándose en el piso.

-¡Mami no te mueras!-Un pequeño de siete años se sitúa a su lado.

-¿Debería llamar una ambulancia para miroku e inuyasha?-pregunta sesshomaru cargando un niña de 5 años.

-¿También inuyasha?-pregunta abriendo los ojos-¡Esperen!-dice al ver que sus pequeños se suben encima.

-Démosle a mamá cosquillas-propone sesshomaru con una mirada maliciosa.

Con lo que no contaba fue que kagome era mucho más astuta, pone cara de dolor haciendo que su esposo se preocupe.

-¿Estas bien?-pregunta tendiéndole una mano.

-Si....demasiado bien-lo jala haciendo que se pongo en el suelo.

-¡Papi!- los dos pequeños se sitúan encima de el.

Tal parece que tienen las mismas mañas de su madre.

-Vengan-llama a los trillizos de sango y miroku.

-¡Tío!-todo era risa y felicidad.

-¡No...!-demasiado tarde los 5 pequeños están encima de el.

Si, un paisaje arruinado por amigos y conocidos de la familia, kagura está furiosa con miroku por haberla engañado, puesto que esta no quería venir aquí por cierto sujeto llamado koga ya que tuvieron una riña y se separaron para la tristeza de ambos.

-¡Admítelo!, ¡Lo amas!-grita con sus últimas fuerzas antes de caer al pasto verde y refrescante.

-Di tus últimas palabras-amenaza subiéndose encima y ahorcándolo.

Mientras tanto inuyasha en modo chibi estaba a un lado observando con lágrimas en los ojos por el sacrificio que su amigo hacía por el, al no delatarlo.

-¿No deberías ayudarlo?-pregunta su esposa con un bebé en brazos.

-¿Acaso quieres quedarte viuda?-pregunta yendo a su lado.

-¡Basta kagura!-trata de alejar a la que será la asesina de su esposo-¡El no fue el único que planeo esto!-Para en seco al procesar las palabras que dijo.

Todo se detuvo, miroku se puso tieso del miedo al ver el aura asesina de kagura.

-¿Quién más fue?-Su voz salió tenebrosa.

-¡Jamás lo diré!-exclama con el cuello adolorido.

-De acuerdo-su voz es calmada haciendo que todos tiemblen-¡Fue un placer conocerte!-sus ojos son cuchillas asesinas.

Mi más dulce errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora