Los días no iban muy bien, el volcán Etna provocaba que la tierra temblará aún más fuerte y esto tenía preocupado a Ryuichi el señor del submundo, o mejor conocido, como el reino de los muertos.
El dios sabía que Tifón era quien estaba provocando esto y debía pararlo o de lo contrario la tierra se abriría y el mundo de las sombras quedaría expuesto a los rayos del sol.
Decidido, el Dios de los muertos mejor conocido por los humanos como Hades, parte a la tierra para solucionar este problema.
Mientras tanto en el bosque no muy lejos del volcán Etna se encontraba trabajando el dios de las cosechas, Fei-Long y a la par su hijo el dios de la primavera Akihito, jugando con algunas ninfas del bosque.
Dafneas- ¡Tengo tantas ganas de conocer a un dios! Dicen que su compañía aunque sea por un momento es inolvidable.
Anthousai- ¡Es verdad! ¿Pero cómo estas tan segura?
Dafneas- Deberíamos preguntarle a Perséfone, después de todo es un dios, el hijo del mismísimo Zeús. Estoy segura de que él conoció a muchos dioses en el olimpo. ¿Verdad?
Akihito- Yo no diría eso jajaja.
Hablo el joven dios riendose un poco desanimado, después de todo era el menos indicado de hablar sobre temas románticos.
Akihito- La última vez que estuve ahí fue cuando era un niño, he vivido aquí desde entonces.
Dafneas- ¿Pero porqué? Estoy segura de que a cualquier dios le gustaría tenerte como compañía
Fei- Exacto, una compañía de máximo dos horas y nada más.
Akihito- ¡Madre!
Todo este tiempo la madre del joven dios estuvo escuchando su conversación y le parecía un poco atrevido por parte de las ninfas, no quería que su hijo se llenara la cabeza de cosas como el amor.
Fei- Escuchen, es mejor si se alejan de los dioses, todos son iguales. Solo buscan pasar un buen rato sin preocuparse por las consecuencias. Por eso traje a mi hijo a la tierra, cosas como esas no son necesarias.
Dafneas y Anthousai- ¡Si!
Fei- Me iré a hacer algunas cosas, ustedes quédense cerca y cuiden de Perséfone.
Con eso dicho Fei-Long se marchó. Todo estaba en silencio. Así es, Akihito nunca pudo experimentar la sensación de las caricias, ni los besos de un amante, había sido privado de todo eso por su madre, ya que lo "dañaria".
Akihito- Iré a refrescarme un rato ¿Si?
El dios marchó rumbo al manantial, allí empezó a lavar su cuerpo mientras pensaba como toda su vida había sido aburrida por culpa de su madre, pero sin embargo sabía que no podía hacer nada para cambiarlo.
Cerca del manantial donde el joven se bañaba se encontraba nada más ni nada menos que Shuu y su hijo Eros, relajados en un árbol, hasta que el dios del amor se percató de una fuerte presencia, era el dios Ryuichi, quien había logrado calmar a Tifón y ahora se dirigía a sus dominios de nuevo.
Shuu- Así que Ryuichi subió a la tierra esta es una situación que solo sucede cada mil años. Debo aprovecharla.
Como el pequeño Tao permanecía dormitando su madre lo sacudió para que se despertara, lo necesitaba para completar su malévolo plan.
Shuu- Hijo te necesito, es ahora o nunca.
Tao- ¿Qué es lo que sucede?
Shuu- ¿Ves a ese dios? Es Hades, necesito que le dispares una de tus flechas.
El pequeño dios conocido por los romanos como "cupido" estaba dudando de la petición de su madre.
Tao- ¿Se puede saber para que?
Shuu- Es que tu sabes hijo, el es un dios tan solitario y apartado de los demás dioses, es muy triste verlo así. Necesita algo de pasión y amor en su vida
Tao- ¿Cuál es tu plan madre?
Shuu- Es simple, cuando tú dispares esa flecha Asami inevitablemente se enamorará de la primera persona que vea, por eso yo lo esperaré detrás de ese árbol. De esta manera le compartiré todo el cariño que tengo, ya que ese es mi deber como dios del amor.
Conmovido por las palabras de su madre, el pequeño e ingenuo Eros agarró una de sus flechas más afiladas y apunto al corazón del dios Ryuichi. Por supuesto siendo el pequeño cupido muy certero la flecha alcanzó a Hades, pero este sin embargo no lo sintió y siguió su camino.
Shuu lleno de alegría, porque era la oportunidad que siempre quiso en su vida, lo esperaba ansioso detrás del árbol pero todos sus planes se vinieron abajo cuando cerca del lugar empezó a escucharse una dulce voz tarareando una suave melodía.
Ryuichi intrigado decide desviar su camino y dirigirse hacia donde provenía esa encantadora voz. Afrodita estaba furioso y desesperado, incluso pensó en la posibilidad de abalanzarse encima del dios para impedir que viera a otra persona. Pero Shuu, el dios del amor, fue demasiado lento.
Hades se acercó y entre medio de unos arbustos lo vio, tarareando esa dulce canción mientras lavaba su tallado y delicado cuerpo con las aguas de ese cristalino manantial. Apenas fijo sus ojos en esa increíble escena tanto su mente como su corazón se llenaron de él. Sí, no cambia duda, el gran dios del inframundo Ryuichi se había enamorado perdidamente del dios de la primavera, Akihito.
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HOLA GENTE, les traigo esta versión Viewfinder del mito de Hades y Perséfone, espero que lo disfruten.
Sinceramente no estaba planeando publicarla sino después de una historia que escribir hace tiempo, pero quiero mejorarla un poco así que cambie de opinión xd.Como siempre perdonen los errores de ortografía y redacción.
Nos vemos ❤
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Hades y Perséfone [Asami x Akihito]
RomanceRyuichi es un dios poderoso, un rey en el mundo de los muertos: el Hades. No busca acompañante y está bien solo. Akihito también es un dios, pero sin obligaciones ni objetivos en el mundo humano. Dia y noche anhela la libertad de amar y estar con a...