Hades y Perséfone [Asami x Akihito]

Estar contigo [1/2]

Akihito- ¿Qué puedo hacer? Lo amo, pero no puedo hacer nada...

Shuu- Akihito somos dioses, nada puede ser imposible para nosotros ¿O me dirás que eres feliz aquí?

Afrodita desapareció en el bosque con esas últimas palabras. Eros quien permanecía sujetado a la mano de su madre se sentía confundido por como actuaba.

Tao- ¿Por qué actuaste de esa forma frente a Akihito? Algunas de tus palabras fueron muy hirientes.

Shuu suspiro pesadamente antes de parar de caminar y explicarle sus planes a su hijo.

Shuu- Tao, le dije eso para que tomara una decisión y deje de estar sufriendo como un tonto.

Tao- Ah

El pequeño niño entendió las acciones de su madre finalmente. Pero después se volvió a confundir.

Tao- ¿A dónde vamos ahora?

No estaban en dirección a su ruta habitual así que el pequeño cupido lo encontró extraño.

Shuu- Es hora de arreglar unos malentendidos para que algunos dioses tengan una mejor vida amorosa.

Tao- No se a que te refieres pero si se trata de amor haré todo lo posible para completar mi tarea.

Shuu- Ese es mi hijo

Afrodita chocó las cinco con su hijo entusiasmado, pero muy dentro de su ser estaba temblando. Había decidido reparar los corazones de los dioses que sufrieron por su culpa, entre ellos el que más le preocupaba era Zeús, dios del rayos y soberano de todos los dioses terrenales.

Fue Shuu quien le contó a todos los dioses que querían estar con Zeus su debilidad, Fei-Long. Fue su culpa que Mikhail llevara una vida de promiscuidad mientras intentaba llenar el vacío de su corazón, Afrodita pensó que al tener todas esos dioses a su alrededor Zeús terminaría superando su dolor por no tener a Demeter.

Pero por más que pasaba el tiempo Mikhail terminó sufriendo aún más, Shuu tenía que arreglar ese desastre.

Además tambien fue él quien ocasionó que Akihito volviera a la tierra solo por diversión. Debía solucionar todo de una vez por todas o las consecuencias de sus acciones llegarían para golpearlo sin piedad.

Shuu- Bien, Tao debes traer a Hades por todos los medios posibles.

Tao asintió con su cabeza vigorosamente aún sin entender por completo el plan de su madre.

Shuu- Yo tengo que dirigirme hacia el olimpo.

Tao- Bien.

El pequeño y tierno Tao fue a cumplir la misión que le encomendó su madre, sin siquiera saber porqué.

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Akihito sí que estaba decido a hablar con su madre de una u otra manera. Atravesó el bosque sin dudarlo y empezó a buscar a su madre.

Al llegar donde todas las ninfas estaban reunidas supuso que su madre se encontraría en el centro de ellas. Y fue así, Demeter estaba regañando a las ninfas por dejar solo a Akihito.

Akihito- Madre.

Persefone llamó a su madre de manera seria, pero Fei-Long no lo noto. Al verlo se acercó para abrazarlo e inspeccionar cada parte de su cuerpo.

Fei- Me tenias muy preocupado ¿Por qué te fuiste solo? ¿Qué hubiera pasado si alguien te hacía daño?

Akihito- Madre.

Esta vez Demeter escucho el tono de voz por el cual su hijo le hablaba. Sus instintos le decían que algo muy serio le pasaría.

Fei- Déjenos a solas.