8|Deseos

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- ¿Entonces quieres ir a caminar? - preguntó Duff, quién estaba esclavo de el alcohol

- Por qué no - contestó Breana, quién no sabía todo lo que Duff había planeado desde hace meses

Los dos habían tomado como si su vida dependiese del vodka y ni hablar de las líneas de otras sustancias no legales

Breana apenas si podía pensar con claridad

Por su parte, Duff, tenía que elegir las palabras correctas para describir sus sentimientos por ella y por eso escribió una carta

Se la daría en ese paseo por la ciudad de noche y la leería en frente de ella. Algo demasiado cursi, pero totalmente  justificado, porque ella lo volvía completamente loco

Pero estaba atemorizado. Tenía miedo al rechazo, pues suponía que él no era demasiado bueno para ella, que en cualquier momento podría fallarle, sin embargo, el alcohol nos hace cometer locuras de las que nos arrepentimos después

-¿A dónde vamos, Duff? - cuestionó Bri de nuevo

- A caminar - contestó él, quién trataba de ocultar su más que evidente nerviosismo y su extraña paranoia de ser seguidos

Iban a paso lento

Terminaron en un sitio supuestamente abandonado. Era algo tétrico y sin duda un sitio inusual para abrir tus sentimientos a alguien

Duff tomó el valor que necesitaba y se puso de pie junto a ella.
Se revisó el bolsillo, en el que solo encontró preservativos. Buscó en el otro y no encontró nada. En ese momento, supo que tenía que improvisar. Se aclaró la garganta

Bri lo miró confundida pero no dijo nada

- Hay veces en las que.....una persona se enamora de alguien sin siquiera conocerlo, hay veces en las que tratas de engañarte a ti mismo con algo que es más que evidente, como el amor. A veces cuando ese sentimiento que hace que tú cara arda, se adueña de ti, tiendes a hacerle caso al corazón y tomar decisiones de las cuales te vas a arrepentir y contigo, he tomado demasiadas decisiones de las que sorprendentemente no me arrepiento, contigo me siento bien, me siento vivo, no necesito otra cosa para ser feliz, no necesito vodka, te necesito a ti. .....- se quedó callado un momento - Lo que estoy tratando decirte.....es que me vuelves loco....-

Breana quedó impresionada pues ella tenía la firme idea de que esos coqueteos y sonrisas eran parte de un juego para solo llevarla a la cama y fingir demencia al otro día

- Duff...yo...-

- Si no sientes lo mismo, está bien, llevo planeando esta cosa tan simple desde hace meses, pero me preparé mentalmente para el rechazo, adelante, dilo...- interrumpió el rubio teñido

-Duff...tú...me gustas....pero pensé que solo querías llevarme a tu cama - confesó la chica con una sonrisa de medio lado

Duff se sorprendió
Miró directamente a sus ojos, en los que se veía claramente una sinceridad enorme

- ¿Por qué te rechazaría? - cuestionó ella

- Por muchas cosas - respondió él

- Jaja...mentiría si dijera que el sentimiento no es mutuo. Estaría loca si rechazara a un hombre como tú -

Él miró al rostro de ella, pero toda esa felicidad se fue ya que el mismo rostro fue iluminado por un rayo de luz, lo cual no sería raro, pero Duff se dió cuenta de inmediato que era un sujeto que vigilaba el sitio

- ¡Hey! - exclamó el vigilante - ¿Quien les autorizó la entrada? - cuestionó acercándose más a ellos dos

- Vámonos - dijo ella preocupada al notar que tenía un arma

𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚟𝚘𝚍𝚔𝚊 | 𝙳𝚞𝚏𝚏  𝙼𝚌𝚔𝚊𝚐𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora