22|Todo va a estar bien

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Duff:

— ¡Me las vas a pagar Mckagan¡ — reclamó

— ¡Quiero ver Mustaine! ¡Quiero ver!..... —

Cielos, ahora no sé si estaba enojada de verdad o no. Me saqué la demás ropa y me metí a la ducha. Terminé en cuestión de diez minutos, tomé una toalla y salí.

Todo estaba en silencio, tanto que daba miedo.

Me dirigí a la habitación donde dejé la ropa y la cerré sin seguro.

Me puse un pantalón que encontré por ahí, todas las playeras estaban mojadas debido a que estuvieron en la lluvia, obvio.

Abrí la puerta y caminé por el pasillo, sin playera cabe aclarar.

Al pasar junto al baño la puerta estaba cerrada y se oían las gotas caer, Breana se había metido a bañar.

Me dirigí a la cocina y busqué en la nevera, estaba muriendo de hambre.

Agarré algo de comer y me senté en el comedor.

Iba a revisar mi celular, pero ya no tengo jajaja.
Ví una pequeña libreta de ella, pues tenía su nombre y lo que estaba escrito ahí era con su letra; omé una pluma y escribí: Te amo. Atte: tu jirafa.

Soy demasiado cursi cuando me enamoro.

— ¡Duff! — gritó desde el baño

— ¿Qué pasó? —

— ¿Me pasas una toalla? — exclamó.

— Sí —

Me levanté. 
— ¿Dónde están? — pregunté

— ¡En la puerta al lado de la entrada de la habitación! —

Fuí a donde me indicó y busqué.
No había nada.

— ¡En la puerta al lado de la entrada de la habitación, ¿Dónde?¡ — grité.

— ¡Ahí está, busca bien! —

Busqué de nuevo.
—¡Te juro que no está! — grité de vuelta.

— Y si voy, lo busco y ¿lo encuentro?— retó.

— ¡Pero no tienes ropa! — sonreí.
Volví a buscar. — ¡Olvídalo, ya las encontre!— grité una vez más.

Caminé al baño, toqué la puerta.

— Pasa —
Me tapé los ojos torpemente, creo que la avergüenza que la vea... así.

— Toma — fui caminando, intentado no chocar con algo.

— Ya puedes abrir los ojos — dijo.
Quité mi mano y ella estaba envuelta en una toalla.

—¿Y tú camisa?— preguntó.

— Todas están mojadas —

— Te ves bien — comentó con una sonrisa. 

Sonreí
— Tú también — la miré.

Rápidamente me acerqué a ella y le robé un beso.

Salí corriendo y volví a mí lugar en el comedor. Eramos como adolescentes en un vívido romance jaja ahh.

Rayos.... qué infantil fuí.

Unos minutos después ella salió vestida solo con una playera, específicamente la de Appetite For Destruction que le dí hace unos meses y con un botiquín en la mano.

𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚟𝚘𝚍𝚔𝚊 | 𝙳𝚞𝚏𝚏  𝙼𝚌𝚔𝚊𝚐𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora